viernes, 8 de junio de 2012

Fin al comercio popular

 FOTO CRISTIAN HERNÁNDEZ
Lo sucedido en Catia demuestra el abuso de poder. Según Modepaf el Gobierno destruye los locales de las clases bajas para adaptarlos al modelo socialista. Además la nueva normativa de arrendamientos prohíbe el traspaso de espacios comerciales

ARIANA GONCALVES/TalCualDigital
Si el Gobierno se mete con Empresas Polar o con otras grandes no es noticia, lo que es verdaderamente relevante es que está expropiando comercios a los cuales se consideraba que el Ejecutivo podía tenderles una mano.

Medianas y pequeñas empresas de la clase media y popular. Modestos negocios que está conduciendo a la quiebra. El Gobierno asegura que respalda a la clase media baja, pero las expropiaciones en Catia indican lo contrario. Se propone acabar con la economía privada para imponer el socialismo.

PRINCIPAL CULPABLE
Alfredo Padilla, miembro del Movimiento para la Defensa del Patrimonio Familiar, expresó que el alcalde Jorge Rodríguez es el más agresivo y se comporta como enemigo de lo ajeno, no sólo de Catia sino de otros comercios, a los cuales también les puso el ojo.

En mercados municipales como Quinta Crespo y Guaicaipuro, los encargados de los locales siempre fueron los propietarios. Pero ahora, si desean traspasar o dar en herencia ese local no pueden pues una ordenanza que el burgomaestre de Libertador implementó en esa localidad se los impediría.

"Los mercados populares a cielo abierto son aquellos que se quitan y ponen en las calles, trabajaban 5 días a la semana, pero Jorge Rodríguez les quitó dos. Para colmo, a veces el Gobierno les sitúa un stand de Mercal al lado y disminuyen las ventas.

Las personas prefieren comprar en Mercal porque los precios son más accesibles para el bolsillo del cliente. Son mercancías subsidiadas por la venta petrolera", indicó Padilla.

Advirtió que las expropiaciones y ordenanzas impuestas por la Alcaldía de Libertador persiguen acabar con el progreso de los ciudadanos para que éstos dependan del Gobierno y no de ellos mismos. Lo que ocurrió en Catia es una arremetida contra la propiedad privada.

CONTROLADO POR EL GOBIERNO

Isabel Pereira, directora del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad, dijo que el Gobierno no negoció con los comerciantes en Catia sino que llegó directo a expropiar con mandarrias. Lo ideal era que negociarán para ofrecerles una buena propuesta y mejorar la condición de esos locales.

Aseveró que nadie conoce el Plan Catia, pues se debió haber realizado una asamblea con los ciudadanos para exponerles cómo van a remodelar el bulevar y consultárselo a la comunidad para ver si aceptaban esta propuesta; pero la alcaldía no convocó una reunión sino que abusó de su poder y mandó obreros para que demolieran los comercios, sin avisarles antes a los dueños.

FESTIVAL DE MENTIRAS
La vocera de los comerciantes en Catia, Wendy Ruiz, rechazó las declaraciones de la directora de fiscalización de la sindicatura municipal, Menfis Fernández, pues a su juicio "todo lo que le dijo al periódico Ciudad Caracas es mentira". Aseguró que ella no se ha reunido con los comerciantes para establecer una mesa de negociación.

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