martes, 5 de junio de 2012

Vamos bien

Estamos en medio de una campaña que debe finalizar el 7 de octubre, de tal manera que es tiempo de hacer un balance preliminar
HERNÁN CASTILLO/TalCualDigital
En el desarrollo de cualquier democracia civilizada del mundo moderno, probablemente no haya una actividad política más compleja y controversial que una campaña presidencial. Pero, en la Venezuela de hoy esa lucha se hace más difícil debido a las desiguales condiciones en que competimos contra el candidato de un gobierno abusivo, inescrupuloso y violento.


El sector democrático durante estos 14 años de duros enfrentamientos ha superado importantes obstáculos. En tan sólo cuatro meses, después del 12 de febrero, en que Capriles ganó las primarias con más de tres millones de votos y tomó las calles de Venezuela como candidato presidencial, hemos avanzado mucho. Contra todos los pronósticos hemos llegado a un punto en que a estas alturas de la campaña podemos afirmar responsablemente que hemos logrado emparejar las fuerzas, pero sobre todo vamos en el camino de la victoria. Sin embargo, como siempre, hay ajustes que hacer, no debemos escandalizar por la formulación de algunos cuestionamientos, los desacuerdos por más graves que puedan ser hay que procesarlos inteligentemente.

Estamos en medio de una campaña que debe finalizar el 7 de octubre, de tal manera que es tiempo de hacer un balance preliminar. Por un lado tenemos a Chávez enfermo, encerrado y prácticamente vive en Cuba. La campaña la hace por esporádicas apariciones en la televisión. Incluso es posible que hasta su eventual candidatura la inscriba en el CNE, por internet. Pero sobre todo presenta una pésima gestión gubernamental en materia de realizaciones materiales. Una de sus mayores debilidades es que no tiene campo donde crecer y aumentar e incluso mantener su declinante votación.

Debido al énfasis en los aspectos ideológicos y doctrinarios de su posición política, el área de influencia electoral se le reduce cada vez más. Ya le quedan pocos aliados, la última deserción fue la del gobernador de Monagas, el "Gato" Briceño.

Por el otro lado vemos el avance de Capriles con las propuestas de una Ley para las Misiones, el Primer Empleo Juvenil, y el Plan de Seguridad, etc., y también vemos los desesperados esfuerzos demagógicos del gobierno por tratar de contener la desbandada de su gente. Por Chávez votarán los empleados públicos atemorizados, la clientela partidista y los comunistas trasnochados, son 14 años de un gobierno supermillonario ineficiente que traicionó las expectativas populares.

 En cambio, para Capriles se trata de ampliar, con propuestas concretas y atractivas de progreso, la penetración en los sectores populares cada vez más desencantados y aquel importante grupo de venezolanos antiparabólicos, que se tienden a clasificar como indecisos.

La estrategia de Capriles de no confrontar personalmente a Chávez está dando dividendos. Pero de todos modos, hay que estar preparados para dar esa pelea, si es que se presenta el momento favorable, aunque por ahora no es necesario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario