martes, 23 de septiembre de 2014

Las hieles de la revolución/VenEconomía martes 23sep14

Por: VenEconomia
La realidad de Venezuela contradice a Carlos Gardel, quien canta que “20 años no es nada” cuando entona el tango Volver de Alfredo La Pera.


En estos tres lustros, faltando cinco años para alcanzar los 20, la revolución bolivariana ha causado a Venezuela, un país que tiene todo en su haber para ser la tacita de oro del Continente, tanto daño, tanto estrago, tanto deterioro y tanto retroceso económico, político y social que hoy apenas se reconoce en ella, lo que antes fue. Es imposible imaginar adónde llegará la involución del país de persistir la decisión de imponer un estado comunista en Venezuela.

Por un lado, se tiene la destrucción de la capacidad productiva del país y, por el otro, una política “comunicacional” que persigue prohibir, o al menos impedir, que se informe al público de los acontecimientos.

Hoy se conoce, por ejemplo, que a la larga lista de empresas que han bajado sus santa marías en estos 15 años, se le sumará que Clorox, un fabricante de productos de limpieza para el hogar (Clorox y PineSol entre otros), abandona Venezuela por incertidumbre económica y restricciones para operar impuestas por el gobierno venezolano. Con esto son 790 venezolanos más que quedan sin trabajo y otros millones más que se tendrán que importar ya que no se producen aquí.

También corren el riesgo de parálisis las ensambladoras de motocicletas, por más de $800 millones que el gobierno les adeuda desde 2011, lo cual pone a temblar a unos 15.000 trabajadores del sector.

Mientras, en el estado Lara, a 18 carnicerías del Mercado Terepaima les fueron decomisadas sus mercancías “de manera arbitraria y sin mediar palabra, en dos camiones de PDVAL y con amedrentamiento de grupos colectivos que llegaron amenazando a los trabajadores de este mercado popular” según denuncias de la presidenta de la Asociación de Carnicerías y Frigoríficos del estado Lara, Marilyn Unda. El supuesto, fue violar la inhóspita Ley de Precios y Costos Justos. Mientras tanto, el gobierno hace grandes esfuerzos para que no se informe el público sobre estas tristes realidades. Como es ya harto sabido, el gobierno controla – directa o indirectamente – a los medios de comunicación.

Por ejemplo, los carniceros del Mercado Terepaima recibieron de la funcionaria de turno la sutil petición de “que sean comedidos al dar la información pues puede ser contraproducente para ellos en el procedimiento que se sigue”.

Y ahora, cuando emerge una epidemia de enfermedades virales, está presionando directamente a los voceros legítimos de los sectores afectados, lo que incluye las amenazas “veladas” que se aplicaron este fin de semana en contra del presidente de Conindustria, Eduardo Garmendia y del presidente de la Cámara de Aduaneros del estado Vargas, Rusvel Gutiérrez, retenidos en, e interrogados por, el SEBIN por 12 horas, por sus declaraciones respectivas: el primero por hablar sobre la incidencia en el ausentismo laboral de la epidemia de Dengue, chikungunya y otros estados febriles, y el segundo por advertir que es imposible que lleguen al paísalgunos medicamentos antes de finales de 2015.

Este tipo de actuación arbitraria está en sintonía con la aviesa intención de poner un candado a todo el que ose contradecir a la “Venezuela Chévere”, que ilusiona el castrocomunismo, y con el estado de indefensión jurídica y legal que hoy mantiene en jaque a empresas, empresarios y población por igual.

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