viernes, 4 de marzo de 2011

Pre-hipertensos, al paso del no retorno

Las directrices de tensión arterial se activaron ante una señal de alarma: la National High Blood Pressure Education Program publicó reglas más estrictas sobre el control de la presión para incrementar la conciencia pública de la prevención y tratamiento de la hipertensión

Recientemente, las directrices de tensión arterial se activaron ante una señal de alarma: la National High Blood Pressure Education Program publicó reglas más estrictas sobre el control de la presión para incrementar la conciencia pública de la prevención y tratamiento de la hipertensión

En Venezuela, la incidencia de hipertensión arterial es de aproximadamente el 30% de la población; la mitad de este porcentaje sabe que es hipertenso y solamente la cuarta parte de esta fracción (casi 4%) recibe tratamiento de forma adecuada.

La tensión arterial normal oscila entre 120/80mmHg y se considera que una persona es hipertensa si sus valores están por encima de 140/90mmHg.

Mientras que el grupo de personas cuyas cifras de tensión están entre 120 y 130mmHg han pasado a categorizarse como pre-hipertensos y deberían cuidarse para no llegar a un nivel de mayor gravedad.

Según estudios desarrollados por el Programa Nacional de Educación sobre Hipertensión de EEUU hay una nueva sección de presión sanguínea llamada pre-hipertensión y los pacientes con esta condición son más propensos a desarrollar problemas de salud asociados a la hipertensión, tales como: ataques cardíacos, apoplejía, enfermedades renales, ceguera y Alzheimer.

Como medida preventiva los especialistas recomiendan que todas las personas con irregularidades en su presión arterial (incidencias mayores a 120/80 mmHg), deberían realizarse una revisión al menos una vez cada dos años. Considerando los factores de riesgo como un historial familiar de la enfermedad, ser de raza afroamericana, poseer sobrepeso o ser mayor de 50 años.

La hipertensión es una enfermedad que no se cura, se controla con medicación farmacológica y siempre deben estar incluidos cambios en el estilo de vida del paciente.

El control adecuado de la presión arterial permite reducir la aparición de infarto al miocardio y accidente cerebro vascular, es importante reconocer que por cada aumento de 20/10mmHg se duplica el riesgo de mortalidad cardiovascular.

Por ello se recomienda tomar medidas preventivas para evitar llegar a la hipertensión total; perder el peso excesivo (se ha demostrado que cada cinco kilos perdidos representan un descenso de hasta 10 milímetros en la presión sistólica), incrementar la actividad física al menos 30 minutos diarios, comer una dieta nutritiva (baja en grasas saturadas y rica en cereales integrales, frutas y vegetales), reducir el consumo de sal y limitar el uso de alcohol son modificaciones sencillas en el estilo de vida que pueden mantener la salud.

Adicionalmente, uno de los medicamentos más indicados por especialistas para controlar la hipertensión es Candesartán, un producto con una amplia evidencia científica, no sólo en reducción de cifras de presión arterial, sino en disminución de eventos cardiovasculares en pacientes con hipertensión arterial.

Candesartand es uno de los pocos antihipertensivos de su clase que cuenta con evidencia científica en todo el Continuum Cardiovascular, por lo cual –además de controlar las cifras de presión arterial– evita complicaciones en órganos blancos, con demostrada protección sobre riñón y retina.

Se debe concientizar que es importante mantener valores normales de presión arterial, consultar al médico, tomar el tratamiento indicado por el especialista, cumpliendo con el tiempo que se indique sin sustituir ni cambiar el tratamiento.
Cort. TalCualDigital

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