miércoles, 4 de mayo de 2011

Pakistán rechaza acusaciones de apoyar a Al Qaida

Islamabad rechazó este miércoles las acusaciones formuladas por los occidentales de ser un apoyo a Osama Bin Laden, denunciado un "fracaso" de los servicios secretos de todo el mundo para ubicar más rápidamente al jefe de Al Qaida escondido en una residencia en Pakistán.
Luego de la eliminación del instigador de los atentados del 11 de septiembre de 2011 por fuerzas especiales estadounidenses, las disensiones aparecen entre Washington e Islamabad, aliados desde hace diez años en la lucha contra el terrorismo internacional.

Obligado a explicar la presencia desde hace varios meses o quizás varios años, de Osama Bin Laden cerca de una academia militar en Abbottabad, al norte de Islamabad, el primer ministro paquistaní Yusuf Raza Gilani estimó el viernes que esto mostraba "el fracaso de los servicios secretos en el mundo", incluyendo a Estados Unidos, y no sólo en Pakistán.

"Estamos en guerra, combatimos en una guerra contra el terrorismo y tenemos la voluntad de luchar contra el extremismo y el terrorismo", afirmó en París el primer ministro paquistaní para descartar las acusaciones de juego doble.

La CIA decidio actuar sola en el último acto de la caza de Bin Laden por temor de que los paquistaníes "alertaran" al jefe de Al Qaida.

Un alto responsable de la diplomacia paquistaní afirmó también que desde 2009 su país había señalado a Estados Unidos como un posible escondite "entre millones de otros" el lugar donde Bin Laden fue descubierto.

"Los comentario que pudieron hacerse sobre la falta de confianza y de cooperación son de mi punto de vista un tanto fuera de lugar", estimó Salman Bashir, alto funcionario del ministerio paquistaní de Relaciones Exteriores.

Anteriormente, las autoridades paquistaníes habían denunciado el hecho que los estadounidenses efectuaron unilateralmente y sin consulta previa, la operación comando en su territorio, la operación contra Bin Laden.

Las recriminaciones de Pakistán no impidieron a los paises occidentales pedir cuentas al régimen de Islamabad.

El primer ministro británico David Camero dijo que tenía "preguntas que hacer a Pakistán. El hecho que Bin Laden haya vivido en una gran mansión en un barrio residencial muestra que debía tener una red de apoyo" en Pakistán.

El ministro francés de Relaciones Exteriores, Alain Juppé, consideró que a la posición de Pakistán le faltaba "claridad" destacando "imaginar difícilmente como la presencia de una persona como Bin Laden (...) haya podido pasar completamente inadvertida.

El martes, el presidente paquistaní Asif Ali Zardari ya había rechazado las sospechas, afirmando que la eliminación de Bin Laden era el resultado "de una década de cooperación y de relaciones entre Estados Unidos y Pakistán.

No obstante, Washington parece querer evitar una degradación de las relaciones con Islamabad, cuando el Congreso reflexiona sobre la supresión de la ayuda financiera a este difícil aliado.

Más de 48 horas después de la muerte de "Gerónimo" nombre de clave de Osama Bin Laden, nuevos detalles sobre la operación de 40 minutos habían filtrado.

Bin Laden no estaba armado cuando fue muerto, afirmó Hay Carney, portavoz de la Casa Blanca. Durante el ataque "existía una gran inquietud sobre el hecho que Bin Laden opusiera resistencia, en efecto resistió (...) Bin Laden fue muerto por bala. No estaba armado, declaró Carney.

Si bien hay algunos que dudan de la realidad de la muerte de Bin Laden, la Casa Blanca dudaba en publicar fotos de su cadáver.

Temiendo represalias de Al Qaida, la comunidad internacional permanecía en alerte.

El ministro francés del Interior Claude Gueant advirtió que tanto Francia como Estados Unidos podrían temer ser objeto de represalias y de una voluntad de venganza.

JMS/Globovisión/AFP         

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