lunes, 30 de junio de 2014

Fuga de cerebros

Vacíos postgrados en salud y educación. Amalio Belmonte cree que estudiantes se van porque no se les garantiza calidad de vida. El gobierno no se ha pronunciado en torno al tema en las reuniones con casas de estudio

GÉNESIS GABRIELA HERNÁNDEZ/TalCualDigital
Grande ha sido el auge de la fuga de cerebros que ha tenido el país desde hace tres años, fruto del conflicto político nacional. Oficialmente no hay datos sobre el número de emigrantes venezolanos, pero grupos como VenMundo calculan que podría ascender a un millón de personas.

Un estudio reciente, que todavía está en fase de campo, elaborado por profesores de distintas universidades del país, revela que la mayoría (46%) ha logrado obtener estudios de cuarto nivel (postgrados). Un hecho significativo, si se toma en cuenta que las matrículas para estudio superior han decaído en el país.

Amalio Belmonte, secretario de la Universidad Central de Venezuela, aseveró que en esa casa de estudios la matricula en todas las carreras de pregrado se ha mantenido con aproximadamente 9 mil o 10 mil estudiantes inscritos por año; incluso con un ligero aumento en comparación con años anteriores. Sin embargo, la solicitud en los postgrados de Medicina y Educación, que eran los tradicionalmente más demandados en esta casa de estudios, ha disminuido considerablemente.

Supone Belmonte que los profesionales de dichas áreas prefieren estudiar afuera, ya que las áreas de salud y educación son las que más se han visto afectadas por la crisis. "Los jóvenes están condenados a vivir peor que sus padres", agrega, pues cree que aunque los licenciados se preparen académicamente para asumir retos a nivel profesional, hay varias trabas para conseguir un buen posicionamiento. Denuncia las limitaciones por el tema ideológico, que funciona como traba adicional para la obtención de un trabajo y va en contra del avance que necesita el país.

Aunque, como secretario de la UCV Belmonte prefiere no hablar de "vacío" en la matrícula de alumnos de posgrado, sí admite que la mayoría de los egresados en pregrado se dirigen a la universidad para pedir notas certificadas y otros documentos, requisitos indispensables para poder revalidar su formación en el extranjero.

Apunta que para los jóvenes, cursar una carrera en el país genera varias interrogantes: ¿Qué hacer al terminarla? ¿Dónde trabajar? ¿Cómo crecer profesionalmente? "Este país es emisor de cerebros para el mundo y mano de obra", lamenta.

CRISIS SOCIAL
"El gobierno no quiere aceptar el fenómeno de salida del país", advierte Belmonte, asegurando que no se han reunido con el Ministerio de Educación Superior para discutir el fenómeno de la fuga de cerebros, ya que para el Ejecutivo "sería admitir que hay problemas en su propia gestión".

Los analistas en el tema coinciden en que el gobierno no genera la sensación de seguridad y estabilidad, condición necesaria para motivar a los jóvenes para que se queden en el país.

Por el contrario, sostienen que el Estado parece incluirlos solo para su formación, pero no propicia la construcción de un futuro con todas las comodidades. Belmonte aseguró que "el fenómeno de la fuga de cerebros es un fracaso para el país", pues, los más preparados emigran y de esta manera se detiene el desarrollo del país.

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