martes, 1 de julio de 2014

Leales pero críticos/Simón Boccanegra martes 01jul14

En el chavomadurismo el temblor que generaron las cartas de Jorge Giordani, Héctor Navarro y Rafael Isea, sigue generando ondas, aunque nosotros continuamos creyendo que no tienen la fuerza como para producir una fractura

SEBASTIÁN BOCCANEGRA/TALCUALDIGITAL
En el chavomadurismo el temblor que generaron las cartas de Jorge Giordani, Héctor Navarro y Rafael Isea, sigue generando ondas, aunque nosotros continuamos creyendo que no tienen la fuerza como para producir una fractura. El heredero del difunto "eterno" exige lealtad y que lo reconozcan como el conductor del proceso, como el primer presidente chavista de la historia. Lo mismo ha dicho el capitán, quien incluso agregó que primero está la lealtad y luego lo demás. Esas exigencias no han estado dirigidas a la oposición, sino a sus propias huestes.

La lealtad parece ser sinónimo de silencio, de no criticar, de calársela y punto. A eso es a lo que apuntan las respuestas que dan quienes son bautizados por algunos como "ortodoxos" y que el propio Maduro identificó como "trasnochados". Estos camaradas parecen no estar dispuestos a guardar silencio. Estiman que está en juego el futuro de la "revolución".

Creen en eso de que la crítica sirve para corregir, para rectificar, pero la respuesta que vienen recibiendo es que callados se ven mejor. Que las cosas van por buen camino, estiman en Miraflores, que no hay nada que temer porque el legado dejado en manos de Maduro no se perderá. La ruta hacia el socialismo, a veces, tiene que tomar algunos atajos, responden los "pragmáticos", pero siguen sin convencer a los "ortodoxos".

Las diferencias se mantienen y los críticos no están aceptando lo que consideran un chantaje. No hay contradicción entre lealtad y crítica, aseguran. Afirman que seguirán diciendo sus verdades aunque a Nicolás y su combo no les guste. Esto se pone cada día mejor.

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