miércoles, 2 de julio de 2014

Cae el telón, sale la mentira/VenEconomía miércoles 02jul14

Por: VenEconomía
Abraham Lincoln sabiamente advirtió que “Se puede engañar a algunos todo el tiempo o a todos parte del tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo”.

Pero, Chávez, y ahora Maduro, no parecen haber entendido a qué se refería el presidente Lincoln.


El leit motiv de estos dos aprendices de dictadores, ha sido pensar que es posible repetir una y mil veces sus mentiras, para que estas se conviertan en realidad para todo el pueblo, como lo aseguraba el ministro de información de Adolf Hitler.

Así en tres lustros, se han inventado todo tipo de falacias para desprestigiar a los demócratas que se oponen a la instauración del socialismo del siglo XXI en Venezuela, emulando un facsímil de la caduca dictadura de los Castro.

Una de ellas, ha sido la acusación continuada de intentos de golpes de Estado, trilladas traiciones a la patria y complot de magnicidios a granel. Unas 70 denuncias de complot, según quienes llevan la cuenta, en los tres lustros, sin presentación de pruebas fehacientes contra los disímiles acusados.

La última denuncia de complot magnicida, vino de la voz del alcalde Jorge Rodríguez, representando al Alto Mando Político, el pasado junio. Este personaje, en un acto de vodevil, con el telón de fondo del Teatro Nacional, acusó con varios e-mail en mano, como pruebas irrefutables y fehacientes, de planear un golpe de Estado y un atentado contra el sucesor de Chávez, Nicolás Maduro a Diego Arria, María Corina Machado, Pedro Mario Burelli, Ricardo Koesling Henrique Salas Römer, y la dirigente estudiantil, Gabriela Arellano, entre otros. Estos hoy unos han sido citados por el Ministerio Público y el SEBIN, a otros se les ha prohibido la salida del país, y para otros más se le ha pedido a Interpol su captura. Este martes, incluso, la Fiscal General informó vienen más citaciones e imputaciones a otros venezolanos.

Todo ello, buscando exculpar la violencia policial y judicial del gobierno en contra de los estudiantes y la sociedad civil que exigen que el Estado vele por la seguridad ciudadana y garantice los derechos económicos y una mejor calidad de vida para todos los venezolanos.

Pero, esta vez las acusaciones se toparon con un muro de contención: dirigentes de comprobada trayectoria democrática que no se amilanaron con el yugo dictatorial. Así, uno de ellos, Pedro Mario Burelli, prometió presentar pruebas de la falsedad de los e-mail en los que se basaba la acusación de magnicidio, y llevó el caso ante una Corte federal en el estado de California en los EE.UU. y exigió una averiguación independiente para constatar la veracidad de los supuestos correos electrónicos.

Y como el sol no se puede tapar con un dedo, menos aún el origen y destino de las correspondencias cibernéticas en este mundo globalizado, este martes CNN informó en su programa Conclusiones dirigido por el periodista Fernando del Rincón, que Google dio cuenta de estas diligencias legales y, sin dejar resquicio para la duda, tras una revisión de millones de registros se confirma que los “emails presentados por funcionarios del gobierno venezolano como prueba de plan magnicida no residen en servidores de Gmail”. Y adicionalmente, un experto en ciencia forense cibernética concluye que emails relacionados con Pedro Burelli han sido efectivamente falsificados.

Lo dramático de la mentira institucionalizada como forma de gobierno, es que el saldo que viene dejando es de cientos de venezolanos condenados a prisión, o enjuiciados con regímenes de presentación, o privados de su libertad de tránsito o forzados al exilio.

Balance negro para un país que ha sido forjador de libertad y democracia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario