domingo, 27 de febrero de 2011

Arrestadas 205 personas por orinar en la calle

MMR/Globovisión/EFE           
Las autoridades de Río de Janeiro endurecieron la persecución a quienes orinan en la calle durante las fiestas del Carnaval y, cuando aún faltan cinco días para el inicio oficial de la mayor fiesta brasileña, arrestaron entre el viernes y hoy a 205 personas acusadas de este "acto obsceno".

La alcaldía de Río de Janeiro, empeñada en erradicar esta práctica muy común en los días del Carnaval y en mejorar la imagen de la ciudad que fue escogida como sede de los Juegos Olímpicos de 2016, lanzó el año pasado una intensa campaña contra las personas que orinan en la vía pública durante los desfiles de comparsas y orquestas callejeras.

En un claro mensaje de que la práctica no será tolerada de ninguna forma este año, los guardias civiles arrestaron y condujeron a comisarías de policía a 72 personas sorprendidas orinando en vía pública el viernes, otras 60 el sábado y 73 este domingo, según un balance divulgado hoy por la alcaldía.

Entre los infractores figuran cuatro mujeres.

El número de personas detenidas en los últimos tres días por la infracción contra la que fue declarada "tolerancia cero" es comparable con los 281 que fueron arrestados durante los cuatro días del Carnaval del año pasado, cuando no se salvaron ni turistas extranjeros.

Los arrestos se produjeron durante las fiestas callejeras promovidas a una semana del Carnaval por los "blocos", como son conocidas las comparsas que, con una orquesta de percusión, desfilan por diferentes barrios de la ciudad arrastrando a miles de personas disfrazadas e interesadas en bailar y divertirse.

Pese a que la fiesta del Carnaval apenas comenzará el viernes, cuando el "Rey Momo" recibirá las llaves de la ciudad de manos del alcalde, numerosos blocos se anticiparon y pusieron a multitudes a bailar este final de semana.

Las personas detenidas por orinar en la calle son conducidas a comisarías para ser acusadas formalmente de "acto obsceno" y pueden ser procesadas penalmente por una infracción castigada por lo general con penas alternativas a la prisión.

Las escenas de hombres orinando contra árboles, vehículos y paredes son muy comunes durante el Carnaval debido a que, como muchas de las fiestas son callejeras y con alto consumo de cerveza, la demanda por baños se multiplica y la oferta de inodoros es casi nula.

La práctica deja las calles de Río de Janeiro por las que pasan los desfiles con un fuerte olor a orines, obliga a la alcaldía a multiplicar los equipos de limpieza y genera numerosas protestas entre quienes habitan en las regiones afectadas.

Pese a que la municipalidad instala baños portátiles en los barrios por donde desfilan las comparsas, los arrestados alegan que son insuficientes y que las filas para utilizarlos son inmensas.

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