martes, 27 de diciembre de 2011

Guerrilla FARC dice que liberará a seis uniformados rehenes en Colombia

Reclamos en Colombia por la liberación de rehenes de las FARC (AFP, luis acosta)
BOGOTÁ/AFP — Las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se comprometieron a liberar a seis militares y policías de un grupo de al menos 11 que mantienen en su poder desde hace más de 12 años, según un comunicado divulgado este martes en su página de internet www.farc-ep.co.

"Con este saludo de año nuevo (...) informamos los nombres de tres de los seis prisioneros de guerra en nuestro poder que serán entregados (...) tan pronto como se acuerden los protocolos necesarios", precisó el comunicado suscrito por el Secretariado (dirigencia) de las FARC.
De acuerdo con el documento, los seis uniformados serán entregados a la ex senadora Piedad Córdoba, quien encabeza la ONG Colombianos y Colombianas por la Paz, grupo que ha recibido con anterioridad a otros secuestrados liberados por las FARC.
La dirigencia del grupo insurgente aseguró que entre los rehenes que serán liberados se encuentran "los subintendentes de la Policía Nacional Jorge Trujillo Solarte y Jorge Humberto Romero Romero, y el cabo primero de la misma institución José Libardo Forero Carrero".
"En breve anunciaremos la identidad de los otros tres", señalaron a continuación los jefes guerrilleros.
Además, advirtieron "al gobierno nacional y a la cúpula militar que no vayan a repetir lo ocurrido el pasado 26 de noviembre en el Caquetá", cuando miembros del grupo insurgente dieron muerte a cuatro uniformados que estaban secuestrados desde hacía más de 12 años, argumentando un supuesto intento de rescate por parte de la fuerza pública.
Sin embargo, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, denunció entonces que los rehenes fueron asesinados luego de que unas tropas del ejército que seguían rastros de una facción de las FARC entraran en combate por sorpresa con los rebeldes.
El estatal Instituto de Medicina Legal certificó que los militares y policías fueron ejecutados por la espalda con disparos de armas de fuego de alta velocidad y algunos de ellos, rematados con tiros en la cabeza.

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