miércoles, 28 de diciembre de 2011

3 hechos para cerrar

La muerte de Gadafi, en el medio de dos procesos diferentes, la primavera árabe-libia y la aplicación de la doctrina de la Responsabilidad para Proteger de la ONU, por parte de la OTAN, marcó la agenda. Pero también el final de la transición entre un mundo bipolar a una sociedad internacional pluripolar. Con Gadafi murió el último gran maestro de la guerra fría

JUAN CARLOS SAINZ-BORGO/TalCualDigital
La tentación de cerrar un año de conversaciones en estas páginas del diario sobre la política internacional, lleva irremisiblemente a pensar en un resumen o en el acontecimiento más importante del año.

Ya la revista Times expresó su opinión al respecto, cuando propuso al manifestante como personaje del año, refiriéndose al encapuchado árabe o al ocupa estadounidense. En nuestro país, siguiendo el paralelismo, sería usted amigo lector, quien desafía al Gobierno cada día, al comprar un periódico que trata de mostrar la realidad de lo que sucede en nuestro país, alejado de la visión confesional y oficialista. Pero estamos en la sección internacional y debemos enfocarnos fuera de nuestras fronteras.

Le propongo en esta lectura, quizás más relajada por el fin de año, tres acontecimientos que pueden haber marcado el 2011 y que por ende seguirán impactando el año próximo: la muerte de Gadafi, la crisis del euro y el no ingreso de Venezuela a Mercosur. Veamos un poco más en detalle.

La muerte de Gadafi, en el medio de dos procesos diferentes, la primavera árabe-libia y la aplicación de la doctrina de la Responsabilidad para Proteger de la ONU, por parte de la OTAN, marcó la agenda. Pero también el final de la transición entre un mundo bipolar a una sociedad internacional pluripolar. Con Gadafi murió el último gran maestro de la guerra fría. Las consecuencias para el mundo, África y su pueblo están aún por aparecer. Pero serán importantes.

La idea de construir una moneda común para Europa sobre el modelo del Marco Alemán, siempre tuvo sus riesgos. Mientras la nueva Europa unida tuvo niveles altos de prosperidad, todo funcionó, pero al comenzar los ajustes todo se complicó. Sin embargo, aún conviven dos realidades, la inestabilidad institucional donde los ministros se enfrentan para conseguir acuerdos y por el otro la fortaleza del euro como moneda de cambio internacional. Esta dicotomía se resolverá, pero las heridas permanecerán.

Por último, esta semana, el presidente Chávez, con voz apesadumbrada, señalaba el fracaso de la estrategia de integración del gobierno bolivariano, al salirse de la Comunidad Andina, entrar en el Mercosur y tratar de ampliar el eje Caracas-La Habana en un modelo de integración. Las consecuencias han sido muchas y las hemos sufrido todos por la necesidad de importar cada vez más productos, frente al colapso del aparato productivo nacional, que había encontrado hace una década en Colombia un mercado para expandirse.

Estos hechos serán marcadores en el 2012, con preguntas simples que se tendrán que responder en el tiempo: ¿El fundamentalismo islámico dará al traste con las reformas seculares de Gadafi en Libia y quizás en el mundo árabe? ¿El Euro podrá mantenerse como moneda referente en lo político y económico? ¿Volverá Venezuela al proceso de integración continental y terminar con su aislamiento?

Tendremos todo un 2012 para verlo, ojalá que juntos podamos compartir algunas de estas dudas. Pero por lo pronto, feliz Navidad y nos vemos el año que viene.

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