lunes, 10 de septiembre de 2012

Empieza a hundirse el puente de guerra sobre el río Cúpira

A días de su inauguración, el puente de guerra dispuesto en la Troncal 9 sobre el río Cúpira comenzó a hundirse en su extremo oeste

JAVIER IGNACIO MAYORCA / El Nacional/TalCualDigital
Según reseña la información del Diario El Nacional, funcionarios que trabajan en el lugar aseguraron que “la base de la estructura en su extremo oeste se sustenta sobre un terreno muy blando, ganado al lecho del río mediante una trinchera de sacos de concreto, que no fue debidamente reforzado con una malla de acero, lo que sí se hizo en el lado opuesto”.

El puente de la Troncal 9 sobre el río Cúpira comenzó a hundirse en su extremo oeste cinco días después que fue inaugurado por el ministro para el Transporte Terrestre, Juan García.

Funcionarios que trabajan en el lugar, cuyos nombres quedan bajo reserva, confirmaron en forma independiente que el desnivel en este paso fue detectado luego de que lo transitara una grúa tipo cigüeña que llevaba cinco automóviles en sentido oriente. El peso total de la grúa fue calculado en 26 toneladas, 9 menos que el máximo permitido en este puente.

Señalaron que el problema es que la base de la estructura en su extremo oeste se sustenta sobre un terreno muy blando, ganado al lecho del río mediante una trinchera de sacos de concreto, que no fue debidamente reforzado con una malla de acero, lo que sí se hizo en el lado opuesto.

El vehículo que puso en evidencia la falla aparentemente iba a una velocidad mayor que la aconsejable, y al quedar con todo su peso sobre el puente de 60 metros de longitud se produjo el hundimiento.

La falla fue subsanada con una nivelación de la capa asfáltica. Simultáneamente se reforzó con concreto el talud sobre el que se insertan las columnas metálicas del paso sobre el río.

“Esto lo hicieron apurados debido a la emergencia”, dijo uno de los funcionarios.

El puente de la Troncal 9 sobre el río Cúpira se desplomó el 15 de agosto en la tarde cuando pasaba una grúa telescópica que iba desde Barcelona a la refinería de Amuay. El Gobierno ofreció que sería restituido en dos semanas, pero estuvo listo el 28 de agosto, dos días antes de lo estipulado.

Pasar el embudo. Luego de la falla, el Ejecutivo ordenó reforzar la presencia de funcionarios de la Guardia Nacional. El contingente de 40 uniformados es comandado por dos mayores, uno en cada extremo del puente.

El Instituto Nacional de Transporte y Tránsito Terrestre envió además dos Unidades Móviles Tácticas de Carga, cuya misión es pesar los vehículos que van de oriente al centro del país y viceversa.

El puente metálico sólo permite el paso de vehículos en un sentido. Los agentes de la GN y funcionarios de Tránsito Terrestre formaron un grupo de trabajo que monitorea las colas a ambos lados del puente, y en función del embotellamiento se da paso de un lado o del otro.

En las mañanas, luego de las 8:00 am, el cruce del puente puede hacerse en diez minutos. Pero en horas pico, y especialmente los viernes y los domingos en las tardes, se puede pasar hasta dos horas en ese trayecto, señaló José Soto, conductor de la línea Peli Express.

PUEBLO IMPACTADO

La caída del puente tuvo consecuencias negativas para los 24.000 habitantes de Cúpira y sus alrededores.

La tubería de Hidrocapital, cuyo trazado iba paralelo al paso antiguo, se partió. El jueves estalló otro segmento corroído cuando trataron de restituir el servicio. El alcalde de Pedro Gual, Manuel Álvarez, aseguró que los trabajos estarían listos el fin de semana.

El problema con la vialidad ha alterado totalmente el turismo en la zona, aún en época vacacional. De acuerdo con estimaciones de Tránsito Terrestre, pasan actualmente 5.000 vehículos en días laborales y 2.000 los fines de semana. Los dos hoteles de la zona, sin embargo, no albergan a un solo visitante, sólo a obreros contratados para hacer el puente.

El vicepresidente de la Cámara de Comercio del municipio Pedro Gual, Renato Guacarán, señaló que la actividad económica en el pueblo bajó 70%, pero la merma ha sido mayor en las ventas de repuestos para vehículos pesados y extrapesados ­que ya no circulan por allí­, así como en servicios conexos al turismo, como restaurantes.

El paso por el nuevo puente fue abierto el 28 de agosto, hace trece días

FUE UNA CRISIS
El alcalde de Pedro Gual, Manuel Álvarez, señaló que la caída del viejo puente planteó “una emergencia” para todas las instancias del Gobierno. “La construcción del puente de guerra estaba prevista para quince días, pero la tuvimos en doce. La alcaldía asumió la logística de los obreros. No fue un contrato convencional sino un gasto por emergencia, que las empresas designadas asumieron en un principio”, indicó.

Dijo que las cuadrillas trabajan aún para hacer el puente definitivo, con el mismo trazado que tenía el viejo paso de concreto. Calculó que esta obra podría estar lista en noviembre.

Debido a la premura, el alcalde dijo no saber cuánto ha costado la obra. “Esto fue una crisis”, señaló. Álvarez dijo que el Gobierno dio 152 aportes de 5.000 bolívares cada uno a los vendedores de casabe que operan en el municipio.

Edgar Montero, copropietario de una venta de frutos secos, reconoció que el dinero fue entregado. Aseguró que la crisis no ha cesado con la restitución del paso.

Esta situación le recuerda a la generada por las inundaciones de 2005: “Hemos tenido una baja de 75% en las ventas, pero tenemos que mantenernos. Hay que aguantar esta pela”.

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