viernes, 20 de julio de 2012

Israel: Chávez ayuda a Irán a construir bomba nuclear

ANTONIO MARIA DELGADO/ADELGADO@ELNUEVOHERALD.COM
Venezuela juega un papel cada vez más importante en las aspiraciones iraníes de construir una bomba nuclear, ayudándolo a evadir las sanciones internacionales, conseguir tecnología militar y maniobrando a su favor en el campo diplomático, indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel.


En declaraciones brindadas por escrito a El Nuevo Herald, el portavoz de la cancillería israelí, Yigal Palmor, comentó sobre la cada vez mayor interacción entre el régimen de Mahmud Ahmadineyad y el de Hugo Chávez en Caracas, señalando que la relación se está convirtiendo en una crucial alianza para Teherán.

Palmor dejó en claro que hasta el momento no hay evidencia de que Chávez esté financiando directamente el programa nuclear iraní.

“Pero el oxígeno económico que Venezuela brinda a la economía iraní [al ayudarle a evitar las sanciones internacionales], especialmente a través de su asistencia a los sensibles sectores petroquímicos y de armamentos, sumado a un infatigable respaldo político en la arena internacional, permite que Irán pueda concentrar sus recursos y esfuerzos en el proyecto nuclear. Todo forma parte de un gran objetivo”, expresó Palmor.

“La complacencia de Venezuela es esencial para darle a Irán el espacio de maniobra que necesita para avanzar con su programa nuclear militar, que ha sido denunciado internacionalmente”, añadió.

Los comentarios de Palmor extienden las declaraciones brindadas previamente por el ministro de Relaciones Exteriores, Avigdor Lieberman, quien admitió que cada vez había más razones para sospechar que Venezuela está ayudando a Irán con su programa nuclear.

Durante una conversación que sostuvo con el vicepresidente de Costa Rica, Alfio Piva, Lieberman sugirió que Venezuela probablemente estaba brindando la ayuda a cambio de la promesa de que los avances tecnológicos serían utilizados para el beneficio de ambos países.

El columnista Uri Dromi, quien sigue de cerca los temas de defensa concernientes a Israel, coincidió en que la ayuda venezolana se ha convertido en invaluable para las aspiraciones nucleares iraníes.

“Al ayudarle a evadir las sanciones, Venezuela está ayudando a Irán continuar con su programa nuclear”, comentó Dromi en una entrevista telefónica.

Estados Unidos y la Unión Europea han impuesto una serie de sanciones económicas contra el país islámico para obligarlo a que les permita monitorear su programa iraní, ante el temor de que sea usado para desarrollar armas de destrucción masiva, un planteamiento que es rechazado por Teherán.

La mayor parte de las sanciones pretende cerrarle a Teherán el acceso a los mercados internacionales de petróleo e incluyen prohibiciones a bancos y otros integrantes del sistema financiero internacional a que se involucren en las operaciones de compra y venta de crudo iraní.

Otras sanciones también están dirigidas al Banco Central Iraní, al tiempo que la Unión Europea decretó un embargo al crudo de ese país.

Dromi agregó que Irán no sólo está recibiendo ayuda material de Venezuela, sino que el país sudamericano está jugando un papel esencial en sus esfuerzos por conseguir respaldo en el terreno diplomático.

“La situación de Irán nunca antes había sido tan sombría. Las sanciones le están golpeando […]. Y ahora, con la caída de Siria, un importante aliado, ellos tienen más necesidad que nunca de contar con amigos en otros lugares”, sostuvo Dromi.

Y Venezuela se ha convertido en uno de los mejores, señaló Palmor.

La relación entre Irán y Venezuela se ha vuelto tan “amplia y tan profunda como la relación entre dos aliados estratégicos puede llegar a ser”. Más de 150 diplomáticos iraníes están acreditados en Caracas, número que es inmensamente desproporcionado y que demuestra la “inusual” presencia e injerencia del país islámico en el sudamericano, explicó.

El tamaño de ese cuerpo diplomático también sugiere una voluminosa presencia de agentes de inteligencia, que han convertido al país bolivariano en un importante centro de operaciones, agregó.

Es una alianza estratégica que permite al régimen de Teherán “extender sus unidades militares” a América Latina, lo cual significa que “puede ejecutar ataques terroristas” mucho más allá de su esfera geográfica, señaló.

Chávez, un ardiente defensor del programa nuclear iraní, ha revelado que su país está construyendo aviones no tripulados para Teherán, al tiempo que ingenieros iraníes han estado supervisando éste y otros proyectos militares venezolanos.

“Venezuela también ha suministrado recientemente a Irán un número desconocido de aviones de combate F-16 con el propósito de entrenamiento y de calibración de radar”, comentó Palmor.

“Adicionalmente, Irán ha establecido fábricas para la elaboración de productos petroquímicos y municiones de armas pequeñas en Venezuela, y ha abierto en ese país sucursales bancarias y compañías de transporte que usa para evadir las sanciones internacionales”, agregó.

También le permite a Irán obtener la tecnología y los conocimientos que necesita, y que de otra manera le sería imposible conseguir debido a las sanciones impuestas por la Organización de Naciones Unidas, y evadir las sanciones económicas impuestas en su contra por la ONU, la Unión Europea y Europa.

Palmor señaló que las aspiraciones iraníes de desarrollar una bomba atómica y la decisión de Teherán de perpetrar ataques terroristas alrededor del mundo para alcanzar sus objetivos son de gran preocupación para Israel, y deberían también serlo para el resto del mundo.

“El régimen Ayatolá iraní ha introducido en el Medio Oriente moderno el concepto de los ataques dinamiteros suicidas. Bajo el concepto teológico extremista, el suicidio es bendecido y recompensado por Dios si consiste en matar soldados o civiles enemigos”, comentó el portavoz.

“¿Puede desalentarse a la gente que se adhiere a la glorificación del suicidio? Esa es la razón por la que es esencial evitar que Irán obtenga armas nucleares y la razón por la que la asistencia que Venezuela está brindado al régimen ayatolá despreciablemente irresponsable”, expresó.


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