jueves, 7 de febrero de 2013

¡Hipócritas!


Al homenaje a Noel Rodríguez, estudiante detenido hace 40 años y desaparecido fue un acto importante para una víctima de violación de DDHH y sus familiares que se convirtió en una puesta en escena del discurso de odio. Habrá que recordarle a Diosdado y Maduro que numerosos casos de este gobierno están pendientes de justicia, verdad y reparación, tan trágicos y dolorosos como los de Noel Rodríguez

ROCÍO SAN MIGUEL/TalCualDigital
Esta semana, y previa visita a Cuba, los dos nuevos líderes de la llamada Revolución Bolivariana colocaron en escena tres actos alevosamente planificados para desviar la atención nacional sobre la ya inexcusable invisibilidad del Presidente de la Republica, que ya va para más de 2 meses si vérsele o escuchársele después de la intervención quirúrgica por cáncer a la que nuevamente fue sometido.

Y que ha generado una estadía injustificadamente prolongada en Cuba, que para colmo deriva en la situación suspensiva e indeterminada del acto de juramentación al cargo en su condición  de Presidente de la  Republica electo.

El acto para conmemorar un intento de golpe de Estado, fue el primero. Efectuado en la sede de la llamada Milicia Nacional Bolivariana, un cuerpo armado al margen de la ley, rechazado por el pueblo soberano de Venezuela el 2 de diciembre de 2007 cuando se pretendió incluirlo en el Proyecto de Reforma Constitucional. Allí vimos a un presidente de la Asamblea Nacional ofendiendo nuevamente a la Fuerza Armada Nacional.

Allí escuchamos golpes de pecho alegóricos a los supuestos que justificaron hace 21 años la intentona  de un grupo de militares que ni siquiera representaban el 1% de la institución, y a quienes sus propios compañeros de armas detuvieron y entregaron a la justicia.

Allí fue mencionada la corrupción, la entrega de la soberanía nacional y los privilegios del poder de entonces, como el detonante de los hechos del 4F. ¡Hipócritas! Hoy más que nunca está pasando esto en Venezuela, siendo asqueante  el modo cínico además con que pretenden ufanarse  de ser una nueva clase política al poder.

Los actos en homenaje a Noel Rodríguez, estudiante detenido hace 40 años por el entonces Servicio de Información de la Fuerza Armada, luego desaparecido y torturado. Un acto importante para una víctima de violación de derechos humanos y sus familiares que se convirtió, lamentablemente, en una puesta en escena del discurso de odio, de amenazas desde el poder, de rasgaduras de vestiduras.

Habrá que recordarle a Diosdado y Maduro que numerosos casos de este gobierno están pendientes de justicia, verdad y reparación,  tan trágicos y dolorosos como los de Noel. ¡Hipócritas! solo refresquen en la memoria cómo intervino la Disip en  el deslave de Vargas  a un año del gobierno de Chávez…

Ese día, por cierto, no solo se rindió homenaje a Noel y sus familiares, las auténticas víctimas; también se le rindió homenaje a José Vicente Rangel. ¡Hipócritas! Este sujeto ha sido denunciado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por aplicar la Lista Tascón en el año 2004 y aún con explicaciones que dar a la justicia en torno a su actuación en los hechos del 11 de abril de 2002.

Finalmente,  el acto de acusaciones contra dirigentes de Primero Justicia, efectuado por Diosdado Cabello, exhibiendo documentos obtenidos sin orden judicial,  y grabaciones telefónicas, realizadas en violación a la ley, en una clara demostración del poder absoluto y sin control que detenta el presidente de la Asamblea Nacional.

No me corresponde dar la cara por los denunciados, sin embargo como ciudadana solo recuerdo la lista de denuncias por corrupción que Diosdado Cabello tiene pendiente en la Fiscalía, después de su paso por la Gobernación de Miranda. ¡Hipócritas!

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