lunes, 5 de mayo de 2014

¿Éxito económico?

Venezuela en manos de la estanflación y la escasez. Indicadores muestran una realidad distinta al paraíso que pinta el ministro Rafael Ramírez. Cifras del primer trimestre del 2014 registrarán una contracción del PIB superior al 3%. Inflación en 2013 llegó a 56,2%, la más alta del mundo, y la escasez superó el 30% en marzo de este año

ISAAC MENCÍA/TalCualDigital
Según el imperturbable Rafael Ramírez, Presidente de PDVSA y Vicepresidente del área económica del gobierno de Nicolás Maduro, el modelo económico de la revolución bolivariana es un modelo exitoso.

Esta descabellada afirmación fue hecha por el zar del petróleo el pasado jueves 10 de abril de 2014, en el primer encuentro entre el gobierno nacional y una fracción de la MUD, realizado con el objeto de debatir sobre la crisis que sacude al país y la necesidad de iniciar un proceso de diálogo que conduzca a la superación de la misma y a la paz.

El empeño de Ramírez de llamar éxito a lo que es un descomunal fracaso, es muy grave por muchas razones. La primera, porque pone en evidencia, una vez más, que el régimen que lleva 15 años en el poder no tiene el menor escrúpulo ético y moral en mentirle no sólo a los venezolanos seguidores u opositores de la revolución, sino también a representantes de gobiernos de otros países (Unasur) y del Estado del Vaticano, invitados al debate en calidad de "Testigos de buena fe".

La segunda razón, no menos grave, revela que el régimen ahora encabezado por Nicolás Maduro, se resiste tercamente en reconocer el fracaso del modelo y de la política económica que ha estado ejecutando, con lo cual se le está diciendo a todos los venezolanos que no habrá rectificación alguna más allá de la aplicación de un paquete de medidas económicas puntuales y aisladas que no atacan las causas de la severa crisis económica que vive Venezuela, y que al no hacerlo, está agravando la misma con sus nefastas consecuencias en el deterioro de las condiciones de vida de la población, en especial de los más pobres.

Detrás de esta posición se esconde la maniobra política de atribuir a otros la culpabilidad de la crisis (el imperialismo norteamericano, la derecha fascista, etc. etc.) y de señalar que no existe razón alguna que justifique la oleada de protestas que desde hace más de 60 días se vienen produciendo en las ciudades más importantes del país.

DEVALUACIONES
Pero para desgracia del régimen, sus propias y aunque opaca cifras sobre el comportamiento de la economía demuestran el más absoluto fracaso del modelo económico que Ramírez y el gobierno califican de exitoso.

Veamos tan sólo algunas cifras: En el año 2013 con un precio promedio del petróleo exportado de 99,49 dólares por barril, el crecimiento económico (PIB) se desplomó de 5,6% en 2012 a 1,6%, siendo Venezuela el único país de América Latina cuya producción total por habitante cayó (-0,3%).

Y las cifras del primer trimestre del 2014, aún no publicadas por el BCV, deberán registrar una contracción del PIB superior al 3%.

El gobierno ha devaluado tres veces el bolívar en los últimos 13 meses (febrero 2013-marzo 2014), pasando el dólar Cadivi en el 2013 de 4,30 bolívares a 6,30 (46,5% de devaluación), el dólar Sitme de 5,30 bolívares a 11,70 en el Sicad I (120,7% de devaluación),y en el 2014 el dólar promedio en el Sicad II a 50,0 bolívares, representando una devaluación de 693,6 % con respecto al dólar Cadivi, ahora llamado Cencoex.

Adicionalmente, el dólar paralelo llegó a costar más de 80 bolívares en febrero 2014 y si bien ha descendido su valor con la entrada en funcionamiento del Sicad II (24 de marzo 2014), alcanzando a 67 bolívares (15 de abril), podría repuntar su precio si el gobierno, como todo parece indicar, no dispone e inyecta la suficiente cantidad de divisas en este mercado.

La inflación en el 2013 llegó a 56,2%, siendo la más alta del mundo, con el agravante que el alza de precios en alimentos escaló a 72,7%, y la anualizada a marzo 2014 debe estar cercana a 60% y la de alimentos en 79%. A esto se suma una escasez generalizada de bienes que sólo en alimentos superó el 20% en promedio en 2013 y más del 30% en marzo de este año.

Esta mezcla letal de estanflación con escasez ha destruido el valor del bolívar pulverizando el salario real y las pensiones, condenando a la pobreza y al hambre a millones de venezolanos.

Este resumen de la crisis económica es lo que Ramírez y el régimen llaman éxito económico. Como se ve que la élite política en el poder no está sufriendo lo que ya es un calvario para la inmensa mayoría de las familias venezolanas. Sobran las razones para el descontento y la protesta de calle y para exigir un cambio urgente de rumbo económico.

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