sábado, 20 de noviembre de 2010

Hijo de Castro pide apertura al béisbol profesional

POR UZIEL GOMEZ Y JORGE EBRO/EL NUEVO HERALD
Algo se mueve de manera soterrada dentro de las estructuras del béisbol cubano que, de convertirse en realidad, rompería con cinco décadas de tradición impuesta y acercaría a los jugadores de la isla a lo que una vez se llamó "la pelota esclava''.
El vicepresidente de la Federación Cubana de Béisbol, Antonio Castro, presentó a algunos miembros de la delegación antillana en Taipei, durante la celebración de la XVII Copa Intercontinental, una propuesta para permitir que los peloteros cubanos puedan jugar en ligas profesionales de otros países, según confirmó a este diario una fuente cercana a la federación de este deporte en la isla.
"Se habían escuchado muchos rumores sobre el hecho de que Cuba buscaría algún tipo de arreglo con circuitos profesionales'', expresó Carlos Pérez, presidente de Miami Sports Consulting, una entidad que representa a varios peloteros antillanos. "Pero todavía habrá que esperar si esto se da o es solamente otra idea más que muere al nacer''.
La iniciativa impulsada por el hijo del ex mandatario Fidel Castro consiste en que los jugadores isleños puedan desempeñarse en ligas profesionales y se queden con el 60 por ciento del sueldo del contrato, mientras que el gobierno recaudaría el 40 por ciento, señalaron las fuentes.
En los países que sería autorizado jugar están Taipei, Japón, Corea del Sur, México, Venezuela, Nicaragua e Italia, dejando fuera --por el momento-- las Grandes Ligas de Estados Unidos, debido a múltiples escollos legales a superar por el embargo económico a la isla.
Las fuentes señalaron, además, que la propuesta de Antonio Castro fue presentada a su padre y al actual gobernante, Raúl Castro, y que tiene el apoyo de la federación isleña, aunque figuras como el otrora estelar torpedero Germán Mesa se han opuesto a ella.
"De ponerse en práctica, generaría un panorama muy interesante'', comentó el abogado Jaime Torres, quien representa, entre otros, a los peloteros José Ariel Contreras y Alexei Ramírez. "Digamos que un muchacho va a jugar a México. Allí el podrá comparar y ver el béisbol de Grandes Ligas. Nadie podrá impedirle jugar en Estados Unidos, si así lo deseara''.
De aprobarse, esta propuesta facilitaría, sin duda, la posibilidad de emigrar a los peloteros --la mayoría de ellos con años de experiencia en series nacionales-- y de intentar el sueño de la gran carpa.
Pero a Cuba no le quedaría otro remedio que darle luz verde al proyecto en algún momento. Como ha sucedido con las tímidas medidas del sector económico, el inmovilismo sería peor.
Hace unos días, el ex estelar pelotero Víctor Mesa abogó porque la isla permitiera que sus jugadores fueran contratados por equipos extranjeros para frenar las deserciones, que han alcanzado cotas alarmantes en los últimos años.
"Otros países lo hacen, ¿por qué nosotros no? Al final nos los están robando, incluso ya de categorías inferiores'', se quejó Mesa. "Creo que sí podría haber inserción en los equipos extranjeros, que pueda ser a los ocho años de haber jugado en nuestras Series Nacionales y con la intervención nuestra, no por la libre''.
Los comentarios de Mesa se hicieron públicos poco después de que El Nuevo Herald anunciara la deserción de Yasiel Balaguer, un jardinero central de 17 años que busca establecer residencia en un tercer país para firmar con un equipo en Grandes Ligas.
Desde que en el ya lejano año de 1991 el lanzador René Arocha decidiera escapar, la isla ha sufrido una fuga, primero a cuentagotas y luego a borbotones, que sólo en el 2009 sobrepasó los 35 jugadores.
En este año que está a punto de concluir, el pasatiempo principal de los cubanos se quedó sin varias figuras, entre las que sobresale Leonys Martín, un probado jugador de la selección nacional.
Varias fuentes indican que el número de peloteros que han salido de la isla en los últimos años rebasa los 350. Al momento de redactar esta nota había cerca de 20 cubanos en el roster oficial de 40 jugadores en los equipos de las Grandes Ligas.
Como si fuera poco, los contratos firmados del 2009 a la fecha por peloteros cubanos sobrepasan la cifra de $70 millones.
A fines de los años 90, Cuba coqueteó con la idea de permitir que figuras veteranas jugaran en ligas extranjeras. Un grupo de peloteros participaron en ligas semiprofesionales de Asia y Europa, con destaque para el legendario Omar Linares, quien sí jugó como profesional en el declive de su carrera con los Dragons de Chunichi, del circuito nipón.
"Ellos tienen un problema con tanto talento que se les ha escapado y quieren quedar bien con Dios y con el Diablo'', agregó Pérez. "El gobierno cubano quiere erigirse en dueño y agente a la vez, satisfacer a los jugadores y a la vez retener el control sobre ellos, beneficiándose, porque un 40 por ciento de un contrato es abusivo. Seguiremos esperando a ver qué sucede''.


Cort. El Nuevo Herald

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