miércoles, 10 de noviembre de 2010

Cubanos quieren cambios ya, pero no perder la "libreta"

SCZ/Globovisión/AFP
Los cubanos reclaman cambios en la economía, pero acostumbrados al "papá Estado" no quieren perder subsidios que gozaron por 50 años desde la revolución, y mucho menos la "libreta de abastecimiento", que propone eliminar el presidente Raúl Castro en la reforma del modelo socialista.

"Hay que hacer muchos cambios en Cuba para ver si podemos dejar de pasar trabajo (dificultades) y vivir un poquito mejor. Pero con la escasez que hay eliminar libreta, no creo que sea el momento", dijo Joaquina Treviño, maestra jubilada de 78 años, que, libreta en mano, hacía las compras de su cuota mensual en una bodega del barrio del Vedado.

La eliminación de la "libreta", de algunas prestaciones del seguro social y otros servicios como comedores y transporte obreros, para "aligerar la carga al Estado", están entre los lineamientos del futuro modelo económico que seguirá la isla comunista, según un documento presentado por Raúl Castro el martes a los cubanos.

Símbolo del igualitarismo que caracterizó durante 50 años al modelo cubano, la libreta de abastecimiento se creó en 1963, cuatro años después del triunfo de la revolución de Fidel Castro, cuando comenzaron a escasear algunos comestibles, como la manteca, debido al embargo que Estados Unidos aplica desde 1962.

El sistema garantiza una cuota mensual de arroz, frijoles, azúcar, pollo, aceite, pan y café, entre otros productos, a centavos de dólar, pero se fue estrechando en los últimos dos años, y los cubanos, con un salario promedio de 17 dólares al mes, deben completarla en el mercado negro o en tiendas a altos precios en pesos convertibles o 'CUC' (1 CUC equivale a 25 pesos cubanos y a 0,8 dólar).

Según el proyecto, se avanzará hacia la eliminación de la doble moneda --algo muy reclamado por la población, que gana en pesos cubanos y compra en CUC-- y la flexibilización de la compra-venta de casas, también pedida por la población.
"La libreta ampara a muchas personas. Si la eliminan, van a comprar los que tienen dinero y los otros se las verán negras. Seré la primera en protestar", comentó Irma Vejerano, de 75 años, 40 de ellos como bodeguera.
Esta mulata, como muchos cubanos, teme que la eliminación de la libreta afecte "sobre todo a los más viejitos, con pensiones de miseria".

El "Proyecto de Lineamientos de la política Económica y Social", que será sometido a debate popular para luego ser aprobado en abril por el VI Congreso del Partido Comunista (PCC, único), comenzó a circular el martes en ejemplares impresos que se agotaron rápidamente. De ahí que muchos cubanos aún desconocían su contenido.

Rolando, un informático de 29 años, lo buscaba este miércoles por toda La Habana, aunque ya le había tirado un "vistazo al ejemplar" de un amigo.

"Si se hace lo que dice ahí, esto se arregla", dijo con optimismo, al referirse a las reformas que incluyen una mayor apertura al sector privado y al capital extranjero.
"Países como China y Vietnam lograron salir del hueco ¿Por qué no podemos los cubanos? Porque no trabajamos", dijo su amigo Gerardo, también informático, que sin embargo matizó que la razón principal "son los bajos salarios que paga el Estado".

Desde que asumió el poder en julio de 2006 ante la enfermedad de su hermano Fidel, Raúl Castro dejó claro que eliminaría "gratuidades y subsidios indebidos", y en un discurso ante el Parlamento en agosto llamó a "borrar" la imagen "de que Cuba es el único país del mundo en que se puede vivir sin trabajar".

El gobernante quitó además garantías de cesantía, estímulos a trabajadores como hospedaje en hoteles, y redujo gastos en los sectores de educación y salud, que son gratuitos.

El vicepresidente, comandante de la revolución Ramiro Valdés, había pedido a los cubanos no esperar que "papa Estado" lleve "la comidita a la boca".

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