La muerte de Osama Bin Laden en un operativo desarrollado por Estados Unidos en Pakistán pone a su lugarteniente, Ayman al Zawahiri, en la posición de colocarse al frente de la organización terrorista Al Qaeda.
El egipcio Al Zawahiri, de 60 años y cirujano de profesión, está considerado desde hace años la mano derecha de Bin Laden, y responsable de algunas de las masacres que ha realizado la organización terrorista en los últimos años. No en vano, el Gobierno de EEUU ofrece una recompensa de 25 millones de dólares por su captura, cifra que ascenderá si finalmente, como creen los expertos, asume el liderazgo de la organización terrorista.
Al Zawahiri conoció a Bin Laden en 1985, en la ciudad de Pesháwar, en la frontera afgano paquistaní, donde coincidieron en la organización del traslado de 20.000 combatientes voluntarios árabes contra la ocupación soviética del país.
De esa época data la fundación de Al Qaeda, creada para combatir el régimen pro soviético de Kabul, y origen del "Frente Islámico Mundial" para combatir a los "cruzados" y a los "judíos", cuya carta fundadora fue firmada en 1998 conjuntamente por Bin Laden y Zawahiri.
Procedente de una familia egipcia de clase media, Al Zawahiri se casó en 1979 con Azza Nawira, miembro de una acaudalada familia del sur de Egipto, país en el que vivieron hasta 1984, y en el que nació su primera hija Fátima. Ya adolescente, su nombre estuvo asociado con los militantes mahometanos, y fue arrestado por pertenecer a los "Hermanos Musulmanes", el partido islámico más antiguo del mundo árabe, fundado en Egipto en 1927.
La primera acción terrorista que se le imputa es haber organizado en 1981 el asesinato del presidente egipcio Anuar el Sadat durante un desfile militar en El Cairo.
Tras el magnicidio, pasó tres años en prisión por posesión ilegal de armas y posteriormente viajó por Arabia Saudí y Pakistán. En Pesháwar prestó ayuda a los 'muyahidines' que luchaban en Afganistán y se unió a Osama bin Laden, fundador de Al Qaeda.
Su recorrido junto a Bin Laden
A comienzos de los noventa, siguió a Bin Laden a Sudán cuando éste se estableció en Jartún tras ser expulsado de Arabia Saudí. A mediados de los noventa, Al Zawahiri habría viajado a Estados Unidos y Reino Unido, utilizando siempre pasaportes falsos y en busca de donaciones para su grupo.
En 1995 reapareció junto a Bin Laden en un vídeo en el que ambos amenazaban con represalias contra Estados Unidos por la detención del jeque egipcio Omar Abdel Rahman, en conexión con el atentado de 1993 contra el World Trade Center de Nueva York.
Tras la muerte en 1997 en un atentado de Abdulah Azzam, mentor religioso de Bin Laden, Al Zawahiri se convirtió en ideólogo del grupo y se trasladó a los campamentos de adiestramiento de Al Qaeda en Afganistán. Un año después, fue uno de los firmantes de la fatua (edicto) de Bin Laden, en la que se ordenaba atacar los intereses de Estados Unidos en todo el mundo.
En 1999 fue inculpado por EE.UU., junto con Bin Laden, y catorce presuntos miembros de su red, de los atentados perpetrados en 1998 contra las embajadas de EEUU en Tanzania y Kenia, que causaron unos 240 muertos.
Tras los atentados del 11-S, la Interpol ordenó su busca y captura, bajo la acusación de ser "una de las cabezas de Al Qaeda". El 7 de octubre de 2001, coincidiendo con el primer ataque estadounidense sobre Afganistán, compareció junto a Bin Laden en un vídeo en el que advertía al pueblo estadounidense de que "tu gobierno te está llevando a una guerra que seguro perderá".
El 10 de noviembre siguiente, afirmó, en una cinta difundida por la cadena catarí Al Jazeera, que los ataques de EE.UU. contra Afganistán no acabarían con Al Qaeda. Un mes después, los medios de comunicación árabes informaron de que su esposa y cuatro hijos habían muerto en un bombardeo estadounidense sobre la ciudad de Kandahar, en el que él mismo había resultado herido.
En los últimos años, especialmente desde 2004, ha aparecido con frecuencia en vídeos y grabaciones sonoras, lo que ha servido para despejar los rumores sobre su muerte o su precario estado de salud. EE.UU. ha tratado sin éxito de acabar con su vida. En enero de 2006, de hecho, lanzó un bombardeo en una zona tribal de Bajaur bajo la sospecha de que estaba allí.
Entre las 18 personas que perdieron la vida en el ataque no se encontraba Zawahiri, quien había visitado la zona días antes. De momento sigue en busca y captura.
Colaboración: EFE/NTN24
El egipcio Al Zawahiri, de 60 años y cirujano de profesión, está considerado desde hace años la mano derecha de Bin Laden, y responsable de algunas de las masacres que ha realizado la organización terrorista en los últimos años. No en vano, el Gobierno de EEUU ofrece una recompensa de 25 millones de dólares por su captura, cifra que ascenderá si finalmente, como creen los expertos, asume el liderazgo de la organización terrorista.
Al Zawahiri conoció a Bin Laden en 1985, en la ciudad de Pesháwar, en la frontera afgano paquistaní, donde coincidieron en la organización del traslado de 20.000 combatientes voluntarios árabes contra la ocupación soviética del país.
De esa época data la fundación de Al Qaeda, creada para combatir el régimen pro soviético de Kabul, y origen del "Frente Islámico Mundial" para combatir a los "cruzados" y a los "judíos", cuya carta fundadora fue firmada en 1998 conjuntamente por Bin Laden y Zawahiri.
Procedente de una familia egipcia de clase media, Al Zawahiri se casó en 1979 con Azza Nawira, miembro de una acaudalada familia del sur de Egipto, país en el que vivieron hasta 1984, y en el que nació su primera hija Fátima. Ya adolescente, su nombre estuvo asociado con los militantes mahometanos, y fue arrestado por pertenecer a los "Hermanos Musulmanes", el partido islámico más antiguo del mundo árabe, fundado en Egipto en 1927.
La primera acción terrorista que se le imputa es haber organizado en 1981 el asesinato del presidente egipcio Anuar el Sadat durante un desfile militar en El Cairo.
Tras el magnicidio, pasó tres años en prisión por posesión ilegal de armas y posteriormente viajó por Arabia Saudí y Pakistán. En Pesháwar prestó ayuda a los 'muyahidines' que luchaban en Afganistán y se unió a Osama bin Laden, fundador de Al Qaeda.
Su recorrido junto a Bin Laden
A comienzos de los noventa, siguió a Bin Laden a Sudán cuando éste se estableció en Jartún tras ser expulsado de Arabia Saudí. A mediados de los noventa, Al Zawahiri habría viajado a Estados Unidos y Reino Unido, utilizando siempre pasaportes falsos y en busca de donaciones para su grupo.
En 1995 reapareció junto a Bin Laden en un vídeo en el que ambos amenazaban con represalias contra Estados Unidos por la detención del jeque egipcio Omar Abdel Rahman, en conexión con el atentado de 1993 contra el World Trade Center de Nueva York.
Tras la muerte en 1997 en un atentado de Abdulah Azzam, mentor religioso de Bin Laden, Al Zawahiri se convirtió en ideólogo del grupo y se trasladó a los campamentos de adiestramiento de Al Qaeda en Afganistán. Un año después, fue uno de los firmantes de la fatua (edicto) de Bin Laden, en la que se ordenaba atacar los intereses de Estados Unidos en todo el mundo.
En 1999 fue inculpado por EE.UU., junto con Bin Laden, y catorce presuntos miembros de su red, de los atentados perpetrados en 1998 contra las embajadas de EEUU en Tanzania y Kenia, que causaron unos 240 muertos.
Tras los atentados del 11-S, la Interpol ordenó su busca y captura, bajo la acusación de ser "una de las cabezas de Al Qaeda". El 7 de octubre de 2001, coincidiendo con el primer ataque estadounidense sobre Afganistán, compareció junto a Bin Laden en un vídeo en el que advertía al pueblo estadounidense de que "tu gobierno te está llevando a una guerra que seguro perderá".
El 10 de noviembre siguiente, afirmó, en una cinta difundida por la cadena catarí Al Jazeera, que los ataques de EE.UU. contra Afganistán no acabarían con Al Qaeda. Un mes después, los medios de comunicación árabes informaron de que su esposa y cuatro hijos habían muerto en un bombardeo estadounidense sobre la ciudad de Kandahar, en el que él mismo había resultado herido.
En los últimos años, especialmente desde 2004, ha aparecido con frecuencia en vídeos y grabaciones sonoras, lo que ha servido para despejar los rumores sobre su muerte o su precario estado de salud. EE.UU. ha tratado sin éxito de acabar con su vida. En enero de 2006, de hecho, lanzó un bombardeo en una zona tribal de Bajaur bajo la sospecha de que estaba allí.
Entre las 18 personas que perdieron la vida en el ataque no se encontraba Zawahiri, quien había visitado la zona días antes. De momento sigue en busca y captura.
Colaboración: EFE/NTN24
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