martes, 14 de junio de 2011

Morir en televisión

Alister Doyle Reuters | El Universal
LONDRES,— La cadena británica BBC emitió ayer el suicidio asistido de Peter Medley, un hotelero británico multimillonario de 71 años, afectado de una dolencia neuronal motora, que acudió a la clínica suiza Dignitas para poner fin a sus días.


La emisión ha sido criticada desde diversas organizaciones, que han acusado a la emisora pública de ayudar a promover el suicidio asistido y de alentar a que otras personas sigan los pasos de Medley.

La BBC se defendió afirmando que el reportaje, titulado Eligiendo morir, dará la oportunidad a los telespectadores de formar su propia opinión, ya que el programa recoge todos los puntos de vista relacionados con el suicidio asistido.

La organización británica prosuicidio asistido Dignity in Dying declaró sobre el programa que es “profundamente emotivo y en ocasiones difícil de mirar”, pero, “censurar el debate no hará nada para ayudar a aquellas personas que sufren de manera intolerable”, afirmó la portavoz, que agregó que la realidad actual es que “la gente no sólo viaja al extranjero para morir, sino que acaba con sus vidas en sus propias casas”.

Los activistas antieutanasia, como la organización Care Not Killing Alliance, calificaron el programa de la BBC de “propaganda prosuicidio asistido disfrazada de reportaje”. Alistair Thompson, portavoz de este grupo, acusó a la BBC de no ofrecer una visión equilibrada sobre este asunto, primando los programas en los que se defiende el suicidio asistido.

Según Thompson, el de ayer será el quinto programa en tres años en el que la emisora pública ofrece el punto de vista de un activista o un simpatizante de los partidarios de la eutanasia. Thompson afirmó que este tipo de programas de televisión presentan el riesgo de crear “un efecto contagio” entre las personas que están en situación vulnerable y que podrían verse animadas a cometer suicidio.

Eligiendo morir fue dirigido por el escritor Terry Pratchett, que sufre el mal de Alzheimer y es partidario de la eutanasia.

El reportaje comienza cuando Medley abandona su domicilio en el Reino Unido y declara a Pratchett: “mi estado se ha deteriorado hasta el punto de que necesito marcharme bastante pronto”.

Termina con las imágenes de Medley ingiriendo una dosis de Nembutal con la ayuda de chocolate, tras lo cual se le ve comenzar a respirar con mucha dificultad y llamar a su esposa, Christine, con la que estuvo casado 40 años, que le agarra de la mano.

Mientras agoniza, uno de los empleados de la clínica dice: “está perdiendo el conocimiento. En breve la respiración se detendrá y después lo hará el corazón”. Pratchett añade: “esto ha sido un acontecimiento feliz. Ha muerto tranquilo, más o menos, en los brazos de su mujer, discretamente”.

Pero al concluir, Pratchett duda si él podría hacer lo mismo llegada la hora de la verdad: “no estoy seguro de lo que yo hubiera hecho si estuviera en su lugar”.

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