Cacerolazo apagó cohetes

Por segundo día seguido los venezolanos protestaron desde sus casas y en las plazas públicas de algunas ciudades con una hora de cacerolazo para exigir el reconteo de los votos y rechazar ahora las amenazas del dúo Maduro-Cabello en su intento por juzgar y detener a Henrique Capriles, a quien acusan, una vez más, "de promover otro golpe de Estado, un magnicidio y la intromisión del imperio"


En esta nueva jornada de protesta, que tenía como contraparte un cohetazo, convocado por el presidente electo Nicolás Maduro, las cacerolas de los barrios, pueblos y urbanizaciones se hicieron sentir con igual o mayor intensidad que la noche del lunes, respondiendo así al llamado del excandidato Capriles Radonski, quien se vio obligado a suspender la marcha del martes hacia el CNE, debido a que habría recibido información que el Gobierno infiltraría a grupos violentos para generar el caos.

Capriles, quien este martes insistió en que su protesta no pretende desconocer los resultados, sino de que se realice el conteo de los votos, tal y como lo admitió el mismo Nicolás Maduro la noche de su “triunfo” y que la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, se apresuró a rechazar al día siguiente, pidió a sus seguidores "respondamos con cacerolazo a los violentos que quieren desnaturalizar el sentido de nuestro reclamo y hacer ver dentro y fuera del país que somos los promotores del caos".

El cacerolazo resonó prácticamente las principales ciudades de todo el territorio nacional, tanto en barrios como en urbanizaciones, en una jornada donde horas antes estudiantes universitarios chocaron contra guardias nacionales en Caracas, Valencia y Maracaibo.

Al igual que el del lunes, el de este martes arrancó a las 8:00 de la noche, y duró más de una hora, apagando la respuesta de los cohetazos que el presidente Maduro había solicitado en cadena de radio y televisión a sus partidarios, durante la inauguración de un centro de salud en el estado Aragua.

El candidato opositor pidió a la gente participar para descargar su inconformidad. "Que se oiga en todo el mundo", pidió.

Reportes por Twitter dieron cuenta de cómo la protesta, que se extendió desde Caracas (por segunda vez los habitantes de la parroquia 23 de Enero hicieron sonar sus ollas) hasta los estados más lejanos de los centros de poder, se escuchó con mayor intensidad en Lara, Carabobo, Zulia, Bolívar, Anzoátegui, Aragua, Falcón, Mérida y Táchira.

En muchos casos la protesta estuvo acmpañada en la vía pública por el corneteo de los carros, tal y como se observó en las autopistas Fajardo y Prado del Este, en Caracas. 
TalCualDigital