viernes, 26 de febrero de 2010

EEUU utiliza a CIDH para presionar políticamente

Caracas, 26 Feb. ABN.- La defensora del Pueblo, Gabriela Ramírez, afirmó que los miembros de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) son utilizados por Estados Unidos para presionar políticamente a los países que no siguen sus líneas.
“Estos funcionarios, como el secretario Ejecutivo de la Comisión, Santiago Cantón, son burócratas utilizados como presionadores políticos de las naciones que no son complacientes con EEUU, aun cuando este país no suscribió ninguno de los pactos en materia de derechos humanos que hemos firmado la mayoría”, dijo.

Ramírez aseguró que el país norteamericano utiliza a sus bucrócratas como “canes para que vayan por una presa. En este momento, la presa de los derechos humanos es Venezuela. Creo que ese es el propósito y el sentido de este informe”.

Este miércoles, la CIDH presentó un informe sobre los DDHH en la nación, sobre supuestas 'serias restricciones' de estas garantías.

El documento fue elaborado sin que el organismo trasladara comisionados a Caracas para efectuar los respectivos estudios, pues su presencia en territorio nacional está condicionada a que reconozca su error al apoyar el golpe de Estado de 2002, que separó del poder por unas horas al presidente Hugo Chávez.

La representante del Poder Moral exhortó a cambiar los actores que integran los mecanismos de vigilancia en materia de derechos humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA), como una vía para que se restituya la confianza en esa institución, durante su participación en el programa Despertó Venezuela, transmitido este viernes por VTV.

Ramírez recordó que Estados Unidos es uno de los principales financistas de la Comisión y de todo el mecanismo de la Organización de Estados Americanos, aunque este país no puede ser condenado ni recibir exigencias en materia de DDHH por cuanto no suscribió la mayor parte de los convenios en esa área.

“Sobre EEUU no versa ningún informe”, pese a que el anterior presidente estadounidense, George Bush, legalizó la tortura como un mecanismo para obtener información y el Congreso se negó a que el mandatario Barack Obama investigara estos casos, comentó Ramírez.

“La CIDH no dice nada porque Estados Unidos no tiene ningún compromiso con los DDHH, pero sí paga para que los demás países que estamos transitando un camino hacia un mayor respeto y garantía de los derechos sociales y políticos de nuestros pueblos seamos presionados y asediados con este tipo de informes”, expresó.

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