martes, 29 de marzo de 2011

Excanciller brasileño: Dilma ha tratado sutilmente de distanciarse de Chávez

FL/Globovisión/EFE       
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quiere distanciarse del Gobierno venezolano y dar prioridad a las relaciones con otros países como EE.UU., dijo hoy el excanciller brasileño Luiz Felipe Lampreia.

"Dilma ha tratado sutilmente de distanciarse del presidente Hugo Chávez. Tanto (así) que cuando éste pidió ir a Brasil como parte de su próxima gira por Latinoamérica, la presidenta le dijo que no porque viajaría a Portugal", aseguró.

Lampreia mencionó el tema durante la conferencia "Una perspectiva de Brasil: Retos y oportunidades del nuevo gobierno", organizada por el Centro de Política Hemisférica de la Universidad de Miami.

Pronosticó que la relación será muy diferente a la que existía durante el mandato del exgobernante Luiz Inácio Lula da Silva, quien sentía "más empatía y afección" por Chávez.

Además, consideró que la influencia del gobernante venezolano disminuyó en Latinoamérica "y eso permite que haya cierto alejamiento".

La reciente visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a Brasil al parecer corroboró las intenciones de ambos gobiernos de mejorar las relaciones entre los dos países, según el excanciller durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso (1995-2003).

"Hay que esperar para ver cómo avanzan, pero serán relaciones cordiales", vaticinó Lampreia que es el director del Consejo de Asuntos Internacionales de la Federación de Industrias de Río de Janeiro.

Lampreia agregó que países como Argentina, Chile, Colombia y Perú, también son importantes en la política exterior actual del Gobierno brasileño.

El excanciller resaltó que "ahora Brasil es un país que cuenta" en la arena internacional y que nunca antes había tenido tanta influencia en el mundo, razón por la que sigue luchando por obtener un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

En su disertación reconoció lo que calificó de desaciertos de la administración de Lula da Silva en política exterior como el desconocer al gobierno electo del presidente de Honduras, Porfirio Lobo, tras el derrocamiento de Manuel Zelaya en 2009.

Para Lampreia los desafíos que enfrenta Brasil no sólo son en su política exterior, sino también internos.

Entre los asuntos prioritarios, dijo, está el fortalecer la educación, la seguridad en los barrios de escasos recursos y bajar el tasa de inflación.

"Tenemos una inflación bastante alta producto de que la economía se calentó mucho el año pasado y tenemos un déficit externo. Estamos dependiendo mucho de China, tenemos muchas exportaciones de granos de soya y de mineral de hierro a este país y es un problema porque afecta el crecimiento del déficit", precisó.

La administración de Rousseff está tratando de reducir los intereses y de disminuir los gastos gubernamentales para solventar este desbalance, agregó.

Según una proyección del Banco Central de Brasil, divulgada el pasado viernes, el gigante de Latinoamérica cerrará este año con un déficit récord en su cuenta corriente de 60.000 millones de dólares.

Lampreia se desempeñó como embajador de Brasil en Surinam (1983-1985) y Portugal (1992-1993), y como representante permanente de la Organización Mundial de Comercio (1993-1995).

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