domingo, 27 de mayo de 2012

Guerra de encuestas y otras guerras

No nos dejemos amilanar por una campaña plagada de mentiras, sobornos, amenazas y chantajes

MARTA COLOMINA |  EL UNIVERSAL
A medida que el cáncer de Chávez avanza, se intensifica una perversa agenda política para conducir la campaña electoral sin la presencia del enfermo. Como narra en sus Runrunes Nelson Bocaranda, 11 días de descanso estricto requirió la reaparición presidencial durante 2 horas el martes 22, en un teatral Consejo de Ministros en el que los más allegados no podían ocultar en TV sus rostros compungidos. Al finalizar la cadena "el paciente se despidió sin pararse".
A falta de parte oficial distinto al anuncio de cambiar su condición de "caballo desbocao" a una de "búfalo" que suponemos enfermo, los oncólogos optaron por hacer lectura médica de lo visto ese día: "atrofia definitiva de músculos interóseos en manos y pies". La prensa viene dando cuenta del montón de decisiones que han sido demoradas por "reposo presidencial".

La inminente inscripción de los 2 candidatos, el de la oposición y el gobierno, y la incertidumbre de si este último estará en condiciones físicas de iniciar la campaña en julio o tendrá que ser sustituido de urgencia por un candidato madurado con carburo, obligó al oficialismo a una reingeniería electoral que se ha desbocado ferozmente en dos grandes "ítems": 1) diluvio de "encuestas" de maletín cada vez más descaradas y con cifras estrambóticas a favor del enfermo, y 2) guerra contra la candidatura de Henrique Capriles, reforzada por uno o dos analistas "opositores" que han llegado a decir que "todo está perdido"; que Capriles es un candidato "sin emoción" y, contraviniendo su anterior posición crítica sobre las encuestas, afirman que "el candidato no levanta". Los rojos hace tiempo que repiten la especie. Chávez dijo esta semana que la oposición escogió el "peor candidato; me desprestigia y me da pena ajena" (cosa que, si la creyera, debería alegrarle). Así que un Presidente amigo de todos los sátrapas del mundo, que ha endeudado y destruido al país durante la mayor bonanza petrolera de su historia, que no se ha ocupado de los más de 19 mil asesinatos anuales, que ha sido llamado ladrón, asesino y gallina por su reconciliado socio político Arias Cárdenas y que, según denuncias nacionales e internacionales, ha convertido a Venezuela en un narcoestado, ahora dice sentirse "desprestigiado" por un joven respetuoso, fajador, decente, que ha reconstruido el estado Miranda después del saqueo chavista y cuyo delito es aspirar a la Presidencia. Rizarrita y sus loros tarifados también corean que Capriles no termina de "cuajar".

En estos días se filtró una comunicación del Minci en la cual se solicitaban divisas para un viaje por Latinoamérica de varios "encuestadores" que son frecuentes entrevistados en VTV y quienes en sus "encuestas" colocan a Chávez hasta 30 puntos por encima de Capriles y a éste con una intención de voto menor a la obtenida en las Primarias opositoras. Todos ellos tienen un solo cliente: el Gobierno, así que huelga decir que "quien paga manda". Aunque muchos estamos conscientes de su falsedad, esta lluvia de encuestas sesgadas influyen en el ánimo de la gente al ser transmitidas por el goebbelsiano sistema público de medios y por los privados sometidos a constante censura y amenazas de cierre. Se persigue crear una matriz de opinión no solo sobre la "invencibilidad" electoral de Chávez (vencido de antemano por su enfermedad) sino de la "supremacía" de cualquiera de sus sucesores a quienes esas mismas encuestas otorgan una intención de voto superior a la de Capriles. Esta maniobra se hace en previsión de lo que temen: que Chávez no pueda ser candidato y dejar así el terreno abonado para su sustituto. Otro objetivo es provocar la abstención opositora ¿para qué voy a ir a votar el 7-O (pensarán los más pesimistas) si según los sondeos el chavismo va a ganar con o sin Chávez y Capriles va a perder? (Aquí nos ocultan lo que sí dicen las encuestas de verdad: que los votos no son transferibles y que si el enfermo no resiste hasta el final de la campaña, la alta abstención estaría en el chavismo).

No todos lo rojitos creen en las encuestas que paga el gobierno. Ante trabajadores de la AN (cuyo sindicato ganó la oposición) William Izarra reconoció que Capriles es una piedra en el zapato de la "revolución"; que los 8 millones de supuestos no alineados están más cercanos a Capriles que a Chávez y que opositores podrían duplicar el número de gobernadores y alcaldes. Quienes dicen que Capriles no es buen candidato se equivocan. En su casa por casa ha venido ganando regiones y el apoyo de los arruinados sectores agrícolas, pecuarios, industriales y mineros que eran chavistas. No nos dejemos amilanar por una campaña plagada de mentiras, sobornos, amenazas y chantajes. Con Capriles y nuestro voto masivo ganaremos el 7-O.

mcolomina@gmail.com

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