viernes, 14 de febrero de 2014

Grupos armados chavistas y policías dispararon contra los estudiantes, según testigos

ANTONIO MARIA DELGADO/ADELGADO@ELNUEVOHERALD.COM
Grupos armados vinculados al chavismo y agentes del orden público habrían sido los responsables por la sangre derramada durante las jornadas de protesta realizadas el miércoles en Venezuela, según los testimonios de testigos presenciales y videos tomados de la manifestación.


Los testigos, algunos de los cuales estuvieron a pocos metros de las personas que murieron y resultaron heridas durante los eventos, dijeron que vieron a los integrantes del colectivo Los Tupamaros disparar durante la manifestación.

Tres personas murieron, y otras 66 resultaron heridas en las manifestaciones, convocadas por estudiantes universitarios exigiendo la liberación de sus compañeros arrestados, y a las que se sumaron los dirigentes de la oposición.

Uno de los testigos, Manuel Alvarez, dijo que los Tupamaros —una especie de agrupación de guerrilla urbana armada, financiada y protegida por el régimen de Nicolás Maduro— hicieron los disparos en más de una ocasión contra los manifestantes, incluso cuando se encontraban todavía protestando frente a las oficinas de la Fiscalía.

“Ellos comenzaron a hostigar, a lanzar tiros al aire, a disparar incluso a quienes estaban cerca, en ese momento no estaban disparando directamente a los estudiantes, pero sí para amedrentarlos”, dijo Alvarez desde Caracas.

Agentes de la policía empleados por la alcaldía de la ciudad, trataron de contener la agresión de la organización paramilitar al servicio del chavismo, tratando de hablar con ellos pero la escena posteriormente dio lugar a un intercambio de disparos.

“La policía, que estaba por allí, ya al final de la calle, era quien estaba tratando de disuadir a este grupo del 23 de Enero”, dijo Alvarez en referencia a la zona de Caracas donde queda ubicada la sede del colectivo.

“Pero se formó un tiroteo, y es allí que cae un policía”, comentó.

Angel López, quien también se encontraba manifestándose en el lugar, aseguró que los integrantes de los colectivos se encontraban allí bajo la mirada complaciente de los agentes de la policía y de la Guardia Nacional.

“Comenzaron a disparar, y ya había heridos de bala. Tuvimos que correr, y nada, había detonaciones y el muchacho cayó”, dijo López en declaraciones transmitidas por la cadena de noticias CNN en Español.

El muchacho que cayó fue el primer estudiante universitario en morir, pero los tiroteos continuaron durante la tarde bajo los ojos de más de un centenar de residentes del sector, algunos de los cuales filmaron los incidentes.

Uno de los videos filmados muestra cómo los manifestantes avanzaban hacia el punto donde los aguardaban los integrantes de los colectivos rodeados por agentes de la Guardia Nacional. Algunos de los manifestantes lanzan objetos que parecen ser botellas y piedras y repentinamente son repelidos por ráfagas de fuego de varias armas.

Los efectivos de la Guardia Nacional en vez de detener o enfrentar a los agresores, parecen darles respaldo y protegerlos de los manifestantes.

Pero no todos los disparos fueron hechos por integrantes de los colectivos. En otro de los videos obtenidos por El Nuevo Herald aparecen integrantes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) abriendo fuego contra los manifestantes.

Una de las personas que aparecen allí fue identificada como un comisario integrante del servicio de inteligencia.

Los colectivos, organizaciones que han estado multiplicándose en Venezuela en los últimos años, se ven a si mismo como revolucionarios, que luchan por el “socialismo del siglo XXI” desde los barrios.

Pero estas organizaciones, apadrinadas por el chavismo, están frecuentemente conformadas por pandilleros que son contratados para realizar trabajos sucios.

“No están todavía en todo el país, pero han ido creciendo. Se están expandiendo. Se han convertido en ‘la ley’ en muchas zonas, donde son ellos los que deciden lo que es delito, y cuál debe ser el castigo”, explicó Natalia Brandler, directora del Groupe d’Études sur l’Amérique Latine (GEPAL), quien ha estado estudiando el fenómeno.

En estos lugares, tradicionalmente zonas de Caracas donde la policía no se atreve a ingresar, se desempeñan como fiscales, jueces y jurado, agregó.

“Se toman la ley en sus manos, y dentro de sus zonas, ellos son los que deciden, quiénes entran y quiénes salen, quiénes viven y quiénes mueren. Han convertido estos barrios en pequeños feudos, donde mandan ellos, incluso por encima de lo que pueda decidir el gobierno central”, señaló.

El Nuevo Herald

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