lunes, 8 de febrero de 2010

“En la calle y en la ruina por un capricho”

Unidad Venezuela se fue hasta la plaza Bolívar para conversar con los nuevos afectados por las expropiaciones del Presidente. En locales con las vitrinas y anaqueles ya vacíos, los comerciales -que tenían 45 años en el lugar- manifestaron su sorpresa ante la decisión del Presidente. Son muchos los que quedaron sin empleo por el que catalogaron "capricho de Chávez".
  
UNIDAD VENEZUELA.- Ayer, mientras caminaba por los alrededores de la plaza Bolívar durante la transmisión de su programa dominical, Aló Presidente, Chávez decía: “¡Exprópiese!”, cada vez que preguntaba por la historia de los inmuebles que están cerca de la estatua de Bolívar, en el Centro de Caracas. En los edificios funcionaban, hasta esta semana, varios comercios y joyerías privadas, que ahora pasarán a ser, de acuerdo con lo informado por el Primer Mandatario, "un gran centro histórico".
"No es posible que estos edificios, con tanta historia, con tanto legado de nuestros próceres, estén ocupados por comerciantes. Esto es de todos los venezolanos, es un centro histórico que debemos rescatar", concluyó, sin precisar cuál será el proyecto que se va a desarrollar.
"Acabo de firmar la solicitud de declaración pública de los cuatro inmuebles en las cuatro esquinas de la plaza de Bolívar, conversé con la presidenta del Consejo Municipal del Municipio Libertador para que el día de mañana (es decir, hoy) lo declare de utilidad pública y yo estaré firmando la afectación de los inmuebles el día martes", agregó Chávez en su programa dominical.  
Este lunes, los comerciantes del edifico La Francia, ubicado en el corazón de la ciudad empezaron a desalojar el locales.
“Nos dijeron que teníamos hasta el martes para que estos espacios estuvieses desocupados”, explicó Omar Medina, propietario de una de las joyerías.
Los comerciantes, que tenían en el lugar 45 años, manifestaron su sorpresa ante la decisión. “Es un capricho del Presidente que no nos avisaron porque fue ayer que se hizo el anuncio, y el decreto. Ahora estamos en la calle y en la ruina por un capricho”, dijo Medina.
Señaló también que en su negocio tenía a cargo 2.000 empleados directos e indirectos, “que ahora se quedan sin  empleo y sin una forma de llevar el pan a su casa; mientras nosotros esperamos el novenario del muerto”, comentó.
Los trabajadores de los distintos locales –con mucha tristeza- manifestaron su rechazo ante la expropiación, pues fue un anuncio sorpresivo. Entretanto, un grupo de afectos al oficialismo se encontraba alrededor manifestando su acuerdo con el decreto de expropiación, se escuchaba: “¡Expropiación sí!”.
Fuente: unidadvenezuela.org

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