sábado, 17 de julio de 2010

El chisme de hoy puede ser el problema de mañana

Anuncios de despidos o ascensos, encuentros amorosos, peleas internas o fallas en el entorno laboral suelen ser los principales temas a tratar en los chismes de oficina.
MARÍA ELISABETH DOMÍNGUEZ.- Los rumores de pasillos pueden convertirse en el motivo de preocupación de los empresarios debido a que un comentario que altere el ambiente de trabajo puede ser el causante de decenas de problemas en el negocio.


Según el consultor mexicano, Roberto Marañón Arévalo, los chismes pueden alterar el ambiente laboral haciendo que disminuya la productividad y la calidad de los empleados. Esto, posteriormente se traducirá en desatención hacia los clientes, y pérdida del enfoque estratégico en la organización.

“El chisme es una situación que se desprende de la necesidad que tenemos de comunicarnos, y como para que se genere un chisme el único recurso que necesitamos es el humano, podemos decir que es sumamente difícil eliminarlos”, afirma en el portal www.ceoconsultores.com.

En el portal, el asesor explica que en ocasiones, acabar con este mal puede traer consigo efectos contrarios. De modo que ofrece algunos tips para ayudar a que la “radiopasillo” de la organización se mantenga sana y no afecte el desempeño de la empresa:

- No tratar de eliminar los chismes. Si lo hacemos simplemente nos dejarán fuera de la cadena de chismes, pero seguirán sucediendo. Estaríamos además eliminando una fuente de información que en algunas situaciones puede ser importante.
- Hay que escuchar, pero no tomar decisiones basándose sólo en lo que se dice.
- No permitir que los chismes le alteren emocionalmente ni que le predispongan con respecto a alguna situación o persona; primero investigue los hechos.
- Verificar que exista un flujo de información y comunicación formal como juntas, reportes, indicadores y seguimiento a todos los niveles y con ciclos completos hace que la información y comunicación vaya y vuelva en forma sistemática.
- Cuando le llegue alguna información vía chisme es preferible, si es posible, esperar para incluir el asunto en la junta correspondiente, y de esta forma allí resolverlo.
- Promover la comunicación en forma abierta, involucrando a las partes, especialmente cuando se trata de chismes.
- Evitar un liderazgo autoritario ya que, al tener miedo a la reprimenda del jefe, la gente tenderá a ocultar cosas dando pie a chismes. No significa que deban ignorarse los errores, sino confrontarlos con estilo.


[*] EN DESTAQUE Los jefes deben ser ejemplo de discreción. Si directores, gerentes o jefes atienden a las murmuraciones se crea  tensión entre los miembros del equipo de trabajo. Los ejecutivos chismosos minimizan su profesionalismo y su calidad como personas. La discreción y la prudencia dirán maravillas de usted, acostúmbrese a practicarlas.
Cort. El Informador

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