jueves, 14 de abril de 2011

Pan y circo bolivariano

La lluvia aguó la fiesta que se formó en Plaza Venezuela y que contribuyó con el caos del tráfico. Parlamentarios del PSUV dejaron de lado sus curules y se convirtieron en militantes


Por: Dayimar Ayala Altuve/TalCualDigital

Las decenas de autobuses fueron el medio de transporte, las camisas rojas de las instituciones gubernamentales el traje de lucir y la comida el estímulo para que los oficialistas marcharan ayer a festejar los nueve años de los sucesos de abril.

Las milicias, que también estaban de cumpleaños, lucían rifles un poco desgastados, pero prestos a ser parte del espectáculo que se montó en Plaza Venezuela.

Jóvenes, adultos y ancianos, uniformados de verde, aguardaban bajo la lluvia intermitente a que finalmente arrancara la marcha que tenía como destino Miraflores.

Mientras que los entes pasaban lista de asistencia para que ningún trabajador abandonara la "actividad voluntaria", había quienes se quejaban por las horas de espera, otros oportunistas disfrutaban de la música de fondo y los más osados se desviaron a los centros comerciales, aprovechando que el Metro funcionaba gratuitamente.

Desde la tarima, Aristóbulo Istúriz actuó como militante del PSUV e improvisó unas cuantas consignas en contra de la oposición "oye fascista, ven pa` que veas, aquí está el pueblo que te va a dar la pelea".

El mismo Istúriz se encargó de organizar la logística de lo que sería la movilización "nadie puede ir adelante del camión" sentenció, como en sus tiempos de maestro y los militantes contentos hacían caso sin chistar.

ROJOS DE LA FELICIDAD
Los diputados del PSUV abandonaron sus curules y se pusieron sus más lujosos atuendos "rojos rojitos", para festejar el día de júbilo revolucionario.

Las oficinas administrativas de la Asamblea Nacional estaban prácticamente desiertas, y algunos parlamentarios se fueron de asueto de Semana Santa desde ayer mismo. Las comisiones no se reunieron y la materia legislativa tendrá que esperar.

Cilia Flores y Diosdado Cabello compartieron escenario, Robert Serra recibía papelitos de peticiones y se escuchó a un oficialista decir "allí está Darío El Vivo", cada uno buscaba figurar ante las cámaras, y por qué no, ante los que votarían por el chavismo en el 2012.

Los diputados que asistieron a la concentración no caminaron junto al pueblo, sino que iban en un camión que encabezaba la marcha.

La lluvia arreció minutos después que arrancó la marcha y el amor de los militantes por la revolución prefirió resguardarse bajo los edificios.

ARENGA ELECTORAL
Chávez no se hizo esperar, en cuanto llegaron algunos intrépidos que retaron la lluvia, salió a la tarima para su acostumbrada arenga.

"Son unas ratas de la política, le pido disculpas a las señoras ratas", señaló, al referirse a los opositores. A medida que transcurría el tiempo, el mandatario nacional encendía su verbo.

La arenga fue electorera aunque muy disimulada. "Elijan su candidato o candidata, que igual los vamos a barrer", retando a la oposición y señaló que los 10 millones que tanto publicitaron desde el oficialismo, eran para el 2012 y no para la campaña del 2006, admitiendo así que no lograron las expectativas que se trazaron en ese tiempo.

"No volverán a gobernar jamás" esbozó un eufórico Chávez en varias oportunidades, hasta que finalmente culminó su discurso y los militantes pudieron descansar de la larga jornada.

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