lunes, 30 de enero de 2012

LVBP: Tigres se coronaron campeones por novena vez tras vencer a Tiburones

Los Tigres liquidaron la serie final en seis juegos (Edsau Olivares)
Maracay.- Cada campeón es el producto de una historia con final feliz, pero lo de estos Tigres de Aragua va más allá de lo deportivo, de lo obvio. Es un mensaje de crecerse ante las adversidades, sin importar de donde vengan.


El mismo grupo que pasó noches en vilo por el secuestro de Wilson Ramos en el mes de noviembre, que parecía desplomarse cuando falleció Rosman García en los últimos días de diciembre, anoche se alzó con su sexto título en las últimas nueve temporadas, tras batir a Tiburones de La Guaira con pizarra de 3 carreras por 1, en un abarrotado "José Pérez Colmenares", que se hizo pequeño ante semejante celebración.

"Podemos tener nuestros altibajos, pasar por momentos como los que vivimos en la temporada, pero cuando toca batallar lo hacemos en equipo", soltó Buddy Bailey rodeado de fanáticos que coreaban su nombre en el medio del terreno. Más allá de ser manager, el estadounidense se convirtió en un testigo principal del resurgir de sus dirigidos. "Creo que este ha sido el año más difícil", remató justo antes de sentenciar el final de la entrevista, porque se iba de "party".

La unión a la que se refiere Bailey se vio reflejada en el único momento en el que se vio amenazada la victoria de anoche. Solo faltaba un out, pero La Guaira llegó a colocar el empate en posición anotadora. Era la hora de sacar la cara, de mostrar nervios de acero, y quién más que Víctor Moreno para hacerlo.

"Estaba tan nervioso que tomé dos botellas de agua y un antiácido", confesó el mismísimo Bailey lo que vivió antes del relevo de Moreno. El eterno relevista no falló y con solo tres pitcheos, destapó todas las botellas de champagne.

Moreno con un salto, demostró que era humano, que tenía todas esas emociones amarradas mientras hacía su trabajo. "Este es un premio de todos, pero en especial para Rosman García", dijo Moreno entre lágrimas y risas, entre nostalgia y felicidad, pero también entre su "familia", sus compañeros. "Lo de Rosman uno lo lleva en el corazón. Ha sido un aliciente para poder ganar todo esto".

Lo de los Tigres es hasta contagioso. Yusmeiro Petit llegó como refuerzo y un mes después levantaba con orgullo su premio del Más Valioso de la final. "Este equipo es pura armonía. Todos están unidos", describió el pitcher, encaramado en la tarima destinada para la entrega del trofeo. "Pero la clave principal es hacerlo bien, porque el manager no come cuento para sacarte", agregó entre risas.

La alegría enmarcó el último capítulo de estos Tigres de Aragua, que antes tuvieron que sufrir y llorar, por ello son más que campeones.
Cort. El Universal


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