lunes, 23 de enero de 2012

"El Venezolano" florece en medio de la crisis

ANTONIO MARIA DELGADO/El Nuevo Herald
ADELGADO@ELNUEVOHERALD.COM

Pese a ser fruto de largos años de trabajo y sacrificios, Oswaldo Muñoz, propietario y director-editor de El Venezolano, dice tener sentimientos encontrados sobre el éxito que ha tenido el semanario comunitario que nació hace 20 años en Miami, curiosamente el mismo día en que la ciudad fue embestida por el huracán Andrew.


Por un lado, es un testamento a la perseverancia y el arduo esfuerzo. El Venezolano logró sobrevivir un largo período de prueba dentro del reñido mercado comunitario, donde nuevas publicaciones aparecen y desaparecen todos los años. Y ahora, cuando todos los medios de prensa escrita están en crisis, el semanario más bien atraviesa por su mejor momento.

Pero Muñoz es el primero en admitir que el éxito de la publicación también está estrechamente ligado a las difíciles circunstancias políticas por las que atraviesa Venezuela y la fuga de cerebros desencadenada por la revolución socialista del presidente Hugo Chávez, éxodo que ha servido de combustible para la consolidación y crecimiento del periódico.

“Es muy triste. Pero nuestra historia es reflejo de lo que está sucediendo en Venezuela. Resulta que Chávez es el gerente de mercadeo nuestro, y lo hace muy bien. Cada vez que abre la boca, son clientes nuevos los que me entran”, dijo Muñoz en una entrevista.

Son muchos los clientes que el periódico tiene por estos días, atraídos por el rápido crecimiento de las comunidades de venezolanos en el exterior. El mayor polo de concentración se encuentra en Florida, donde se estiman que habitan más de 200,000 personas provenientes del país sudamericano.

Pero también se están conformando importantes comunidades de venezolanos en Panamá, Colombia y Costa Rica, países que están acogiendo a los cientos de miles que huyen del socialismo, la inseguridad personal o la falta de oportunidades de su país.

Hoy en día, el periódico circula en todos estos lugares. Además de Miami, El Venezolano tiene versiones, elaboradas por redacciones locales, en Orlando, Houston, Panamá, Colombia, Costa Rica, Venezuela y el condado de Broward.

Cinco de estas ocho publicaciones operan bajo el formato de franquicias y una sexta está prevista abrir este año en España para atender a la creciente comunidad venezolana en el país europeo. Una séptima está siendo explorada para República Dominicana, pero Muñoz dijo en este momento la propuesta se trata solo de una idea.

Las ediciones de El Venezolano en los distintos países actualmente rondan cerca de los 50,000 ejemplares, 20,000 de ellos tan solo en Miami.

La situación, sin embargo, era muy distinta cuando el periódico comenzó a operar el 24 agosto de 1992, bajo un formato bimensual y un tiraje de sólo 3,000 ejemplares.

Esa edición coincidió con la llegada de Andrew y el huracán sirvió de augurio para lo que fueron 10 turbulentos primeros años de la publicación, la cual opero bajó pérdida durante ese tiempo e incluso estuvo en una semana a punto de desaparecer.

Se trataba de 1995, poco después que Venezuela implementó un nuevo sistema de control de cambio y los dólares que provenían del país petrolero se habían secado, impactando duramente los negocios de los principales clientes de la publicación.

Muñoz, quien para esos días tenía que decidir entre sacar la publicación o pagar la cuenta de electricidad de su casa, contactó a un empresario amigo suyo, que había apoyado al periódico con un ultimátum. “O me prestáis unos cobres [dinero], o me anunciáis todo el año pagando primero por adelantado, o te asocias al periódico, porque sino lo cierro”.

El empresario se asoció, permitiéndole sortear la tormenta, pero no fue sino hasta el 2002 que la publicación dejó de operar con pérdidas.

Para ese entonces ya gobernaba Chávez en Venezuela y la agitación política y las señales cada vez más claras de que el mandatario pretendía instaurar un régimen socialista en el país estaban comenzando a impactar las operaciones del periódico.

La población venezolana en Miami estuvo creciendo en los años previos a la llegada de Chávez al poder. Pero fue durante su mandato cuando se produjo el éxodo que comenzó a transformar su rostro, con un crecimiento exponencial que no ha pasado desapercibido por las grandes compañías del país.

Esas compañías han comenzado a ver al periódico como un atractivo instrumento para alcanzar a la población venezolana, dijo el empresario.

Muñoz, sin embargo, dijo que el aceptaría con gusto que El Venezolano dejara de crecer, si eso significara un cambio de gobierno que pusiera fin a la lamentable pérdida de capital humano que está sufriendo el país.

“Yo le diría a Chávez que con gusto le devuelvo los ocho periódicos con tal de regrese la democracia en Venezuela”, dijo Muñoz.

“Es muy triste ver la estampida de venezolanos que han tenido que salir huyendo de la inseguridad, la confrontación, la falta de oportunidades en el país. El capital humano es el mayor recurso del país y si lo seguimos perdiendo el futuro del país va a estar muy comprometido”, dijo.

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