viernes, 30 de marzo de 2012

Chávez derrocha recursos del Estado

ANTONIO MARIA DELGADO/ADELGADO@ELNUEVOHERALD.COM
Enfermo y compitiendo contra una oposición más fortalecida, el presidente venezolano Hugo Chávez está volcando miles de millones de dólares a la calle en un intento por generar entre los electores una artificial sensación de bienestar de cara a las elecciones de octubre, haciendo uso de una costosa fórmula de intercambio de votos por dinero que parece estar brindándole ciertos réditos en sus márgenes de popularidad.


Analistas consultados por El Nuevo Herald dijeron que el gobierno bolivariano está pisando el acelerador del gasto público hasta extremos nunca antes vistos en la nación sudamericana, en una práctica que genera enormes presiones inflacionarias y que aunada la recién aprobada Ley de Costos y Precios Justos profundiza el recurrente problema de escasez del país.

La práctica, que ha estado incrementándose gradualmente desde el año pasado, coloca a la oposición venezolana en franco estado de desventaja ante un gobierno que hace uso arbitrario de los enormes recursos del Estado con fines electorales.

“Chávez está muy agresivo con la campaña, repartiendo dinero por todos lados, aprobando fondos, llenando los bolsillos de los venezolanos para comprar sus votos”, dijo en Miami el analista político Esteban Gerbasi.

Es una práctica que tiene gran calado entre los electores, pero que no es totalmente nueva en la política venezolana, cuyos gobiernos en el pasado ofrecían a sectores de menos recursos pequeñas dosis de ayuda, como sacos o bloques de cemento o techos de zinc, para tratar de congraciarse con fines electorales.

Lo que sí es nuevo son los gigantescos montos que están siendo empleados en esta ocasión, con la creación de programas sociales de corte populista financiados a través del endeudamiento y de un enorme fondo que obtiene los excedentes de los altos precios del petróleo y que Chávez maneja sin rendir cuentas a nadie.

Según cifras de la Oficina Nacional del Tesoro, el gasto público aumentó en 56 por ciento en el 2011 en momentos en que el gobierno venezolano preparaba el escenario para la campaña presidencial, lo que representa una inyección a la economía de unos $28,140 millones, al tipo de cambio oficial.

Y el ritmo de crecimiento parece estar cobrando velocidad este año, añadió desde Caracas María Gabriela Benítez, economista de la firma Ecoanalítica, quien añadió que el gasto público acumulado entre enero y febrero mostró un incremento nominal de 61.4 por ciento en comparación al mismo período del año pasado.

Las dimensiones del gasto público no tienen paralelos en la historia reciente del país sudamericano, superando incluso los montos que el gobierno echó a la calle en el 2006 durante la campaña de reelección de Chávez frente al entonces gobernador del estado Zulia, Manuel Rosales.

El incremento de la liquidez - ejecutada a través de programas como la Misión Vivienda, la Misión Amor Mayor y Misión Hijos de Venezuela- está siendo utilizado para aumentar la popularidad del mandatario, quien se ha visto imposibilitado de recorrer el país debido a la enfermedad que padece.

Chávez tiene previsto enfrentar al opositor gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles, en las elecciones presidenciales del próximo 7 octubre. Aunque la mayoría de las encuestas le otorgan a Chávez la ventaja, los mismos sondeos de opinión muestran que la oferta política de la oposición en esta ocasión luce mucho más fortalecida que en las contiendas del pasado.

Por otro lado, la campaña del mandatario se ha visto afectada por el cáncer que padece.

Chávez, quien está siendo sometido a sesiones de radioterapia, hasta el momento ha ejercido una campaña virtual, enmarcada en ocasionales mensajes de Twitter, llamadas telefónicas a programas de la televisión estatal y esporádicas apariciones en cadenas de radio y televisión.

Aun así, las encuestas señalan que el mandatario sigue disfrutando de un considerable nivel de popularidad, hecho que analistas atribuyen en buena parte a la enorme liquidez que circula en la calle.

“Mientras va subiendo el gasto, el aumento de la popularidad [del presidente Chávez] sube más o menos proporcional al mismo”, comentó Benítez.

Un informe de la firma de Benítez llega a la misma conclusión, pero advierte que la estrategia podría estar llegando a su nivel máximo de efectividad.

“En los últimos meses hemos observado que la popularidad presidencial no responde como antes al impulso del gasto público”, resaltó el informe de Ecoanalítica, Política Fiscal:Corriendo la Arruga Hasta que el Modelo Aguante.

“En otras palabras, por diversas razones, el gasto público se ha vuelto menos eficiente en cuanto a los objetivos políticos se refiere. Queda claro que el gobierno trabaja contra el tiempo y necesitará una mayor expansión de gasto para mejorar sus niveles de gestión”, añadió.

Una de las razones esgrimidas para mostrar el grado de ineficiencia de ese gasto reside en los problemas estructurales que el gobierno de Chávez ha creado a la economía del país, que registra una de las más altas tasas de inflación del mundo y recurrentes problemas de escasez de productos.

“¿De qué le sirve a la gente tener dinero, si no encuentra autos para comprar, si cuando va al supermercado se encuentra con que los estantes están vacíos?”, preguntó desde Caracas el analista político y profesor de la Universidad Simón Bolívar, José Vicente Carrasquero.

“El gasto público va a hacer que la gente tenga dinero en el bolsillo, pero el dinero no sirve de nada si no hay en qué gastarlo”, añadió.

Irónicamente es el mismo gasto el que está contribuyendo a la generación de la escasez, explicó Felipe Benites, Coordinador General del Observatorio Del Derecho a la Propiedad.

“Con ese exceso de liquidez que tenemos en la economía, con ese control de cambio y con una caída de los niveles de producción interna, evidentemente el saldo va a ser de mucha más inflación”, comentó Benites.

Y la inflación, al tratar de ser manejada artificialmente por la ley de Control de Costos y de Precios Justos, que prohíbe a las empresas subir los precios de los productos, va a desembocar en una escasez aún mayor, advirtió.

La escasez ya se ha vuelto algo rutinario en Venezuela, comentó.

“La gente ve como normal que no se consigan productos que van a buscar en un determinado establecimiento y sabe que el mercado se hace en tres o cuatro giras, no se hace una sola vez”.

Por otro lado, Carrasquero dijo que los réditos políticos obtenidos por Chávez a través de sus misiones, podrían ser fácilmente desmontados por Capriles, si el candidato de la oposición logra recordar al elector a través de su campaña el alud de promesas incumplidas que acumula Chávez .

“¿Qué pasa si el candidato de la oposición dice que él endorsa todo eso, y dice yo lo voy a hacer, y lo voy a hacer de verdad, no va a ser promesa como en este gobierno?”, preguntó el analista, antes de agregar que pese a ello la propuesta de Capriles debe convencer al elector de que su gobierno -a diferencia del de Chávez- sí brindaría soluciones.

“La batalla electoral va a ser entre la ficción del bienestar económico, versus los problemas reales del país”, sentenció.

El Nuevol Herald

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