martes, 30 de octubre de 2012

Perder por forfeit/María Isabel Párraga lunes 29oct12

...al borde del barranco, si es que no nos hemos lanzado ya y vamos en caída libre
MARÍA ISABEL PÁRRAGA B. |  EL UNIVERSAL
El movimiento de freno al proyecto autoritario comenzó con la resistencia a una medida en el área educativa con el recordado decreto 1011 y la consigna: "Con mis hijos no se metan", ahora con el viento a favor, el ego henchido y la embriaguez del triunfo se lanzan con la resolución 058 que crea la figura de Consejos Educativos regulando la organización de las comunidades escolares.
Aunque la ministra del ramo dice que van a revisar algunas cosas de la medida, la intención de avanzar en la toma definitiva del sector es más que clara. La pregunta es obvia: ¿qué vamos a hacer? Si es que vamos a hacer algo. Allí está el detalle: las pocas ganas de hacer cosas. Es como si para muchos el país y su probabilidad de futuro se hubieran agotado el 7 de octubre. Entre la indiferencia, la evasión, el conformismo llevado al extremo y , por otra parte, la "peleadera" entre quienes piensan que hubo fraude y los que no creen que fue así nos están pasando varios "strikes" como la mencionada resolución o, todo el asunto de los gobiernos comunales.

La verdad es que cuando lanzaron el decreto 1011 la sociedad tenía fuerza, garra, inventiva y una frescura para dar, no solo esa lucha sino las innumerables que se han dado en estos 14 años. Lo preocupante es que ahora el ánimo parece ser otro. La actitud de: "agárrate este país de una buena vez y haz lo que te dé la gana", o la otra versión que escuché en días pasados de: "yo me voy a despolitizar. Voy a preservar lo que tengo y punto", o el otro decir común de: "yo me voy de esta vai... de una buena vez" es lo que nos pone definitivamente al borde del barranco, si es que no nos hemos lanzado ya y vamos en caída libre.

Está de anteojito que el deseo mayor del régimen es exacerbar ese desánimo. En diciembre vienen por todas las gobernaciones y a no ser que suceda un milagro que saque del "marasmo" a buena parte de esos seis millones que votaron en contra de este estado de cosas, lo más seguro es que esa noche el mapa se vuelva a pintar de rojo. El tema de las migraciones electorales de los candidatos rojos no es sino una forma más de desestimular la participación y promocionar el "¿para qué voy a votar?".

Si votamos hay una oportunidad de, al menos, preservar los espacios, pero no pareciera estar en el ánimo de la mayoría de los seis millones. ¿Qué nos espera? Caída y mesa limpia. No hay peor batalla que la que no se da y todo apunta a que esta vez lo tendrán muy fácil: la alternativa democrática perderá por forfeit. Y de allí en adelante la mesa estará puesta para todo lo que no quisimos que pasara y por lo que hemos luchado desde aquella batalla del 1011.

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