¿Qué hacía Diego Armando Maradona en medio de un conflicto internacional, al que además salpicó con el comentario que probablemente no cayó bien del otro lado de la frontera?
Por: Luis Alberto Flores
Si un linier de la FIFA hubiese estado cercano a las escaleras del Palacio de Miraflores el jueves –cuando un Hugo Chávez acorralado por el sin fin de denuncias en la OEA, declaró la ruptura de relaciones con Colombia– habría pitado posición adelantada.
¿Qué hacía Diego Armando Maradona en medio de un conflicto internacional, al que además salpicó con el comentario mal intencionado que posiblemente no haya caído bien del otro lado de la frontera, cuando afirmó que el fútbol colombiano no tenía la culpa de lo que hacía Uribe?
En verdad, como amante del fútbol y seguidor de la albiceleste en el pasado Mundial de Sudáfrica, siento vergüenza al darme cuenta ahora por qué una selección de primera línea que contaba con el gran Messi fue humillada: tenía a un mal director técnico.
Obviamente. Maradona es y seguirá siendo el 10 de Argentina, y hasta sea posible que merezca su Inglesia y su feligresía, pero su participación en un incidente diplomático muy grave, demuestra que ya pasaron sus mejores tiempos.
Dio prueba fehaciente del mal seleccionador que es, y que, tal vez, por la gracia de los Kirchner termine ingresando a la política, y conquiste un escaño en las próximas elecciones de su país.
Que Hugo Chávez, tan irresponsable como ha sido con el manejo del dinero público de los venezolanos, haya utilizado el encuentro con Maradona para declarar públicamente la ruptura de relaciones diplomáticas con Colombia.
Un tema serio que amenaza con terminar en un conflicto bélico en Sudamérica (los países están enfrentados por un supuesto apoyo de Chávez a la guerrilla de las FARC), y que despertó la preocupación de todos los países del continente.
Maradona, lejos de mostrar discreción, bailó al son de Chávez. “Es un orgullo poder estar al lado del presidente porque lucha por la gente, lucha por su país, lucha por sus ideales y estoy con él a muerte, permanentemente, escuchándolo cómo defiende todas sus posturas y me parece fantástico”, afirmó Diego frente a un Chávez insultante mo sólo contra Uribe sino contra los venezolanos que se oponen a su desastre de gobierno. Tal para cual.
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