martes, 21 de septiembre de 2010

Parque Cristal con vista // Por mi Madre


Cuando el aguacero no se aparece para estropear el día, y el sol de la tarde brilla con todo su esplendor, vale la pena pararse frente a la fachada de un centro comercial y ser testigo del ajetreo de la gente.
El comerciante que dejó las llaves del negocio en el carro; la chica que se cansó de esperar al novio frente al kiosco de la prensa, los gerentes que regresan a la oficina tras un suculento almuerzo o la señora que no consigue la sede de un banco que fue intervenido por el Gobierno. Mientras tanto, estos dos técnicos del Metro prefieren invertir su hora de la siesta en contemplar el transcurrir de las horas.


Foto: Manaure Quintero
Cort. TalCualDigital 

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