lunes, 25 de julio de 2011

Tres tristes tigras/Simón Boccanegra 25jul11


Ahora, cuando Esteban insta al poder judicial a revisar los casos de los presos políticos enfermos, Gabrielita se atreve a abrir la boca, se despierta y menciona una campaña mediática que pretende "tergiversar" la preocupación y diligencia que ella y sus colegas, las dos Luisas, han tenido siempre por quienes viven en los penales


Por: Simón Boccanegra/TalCualDigital
La defensora del puesto no se caracteriza por hablar mucho. Casi siempre que lo hace es para alabar a su jefe o las decisiones que toma el gobierno de Chacumbele. Ni siquiera por equivocación ha hecho alguna vez un llamado de atención sobre una política oficial.

Los presos mueren asesinados en las cárceles, se les cobra por todo y ella ni se inmuta. Ocurre lo de El Rodeo y medio balbucea algo para justificar la irresponsabilidad del chacumbelato.

Ahora, cuando Esteban insta al poder judicial a revisar los casos de los presos políticos enfermos, Gabrielita se atreve a abrir la boca, se despierta y menciona una campaña mediática, por supuesto malvada, que pretende “tergiversar” la preocupación y diligencia que ella y sus colegas, las dos Luisas, han tenido siempre por quienes viven en los penales.

Que esas libertades que están otorgando, de las que se han beneficiado hasta ahora Peña Esclusa y Forero, no tienen nada que ver conque el caudillo las haya solicitado, sino que ellas las venían estudiando. Qué casualidad que ese estudio haya concluido con otorgarle las referidas libertades condicionales justamente cuando Chacu las pidió.

No se puede pedir mayor sincronización entre los poderes del país. Lo extraño es que al revés no ocurre lo mismo. ¿Alguien recuerda alguna iniciativa en beneficio de quienes adversan a Esteban que haya surgido de alguno de los otros “poderes” y que haya sido acogida por el prócer de Sabaneta?

Al contrario, recientemente la presidenta del TSJ quiso jalar más de lo acostumbrado y solicitó el juicio de Henrique Capriles Radonski, pero el PSUV a través de Aristóbulo le mandó la “línea” y la acató sin chistar.

Las mujeres venezolanas, en su inmensa mayoría, han demostrado coraje y valentía a la hora de asumir sus responsabilidades. La verdad que estas tres señoras lo que dan es pena.

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