jueves, 24 de noviembre de 2011

Bandas de secuestradores actúan hasta en sus propios barrios

Cada vez más, el secuestro se convierte en un delito de oportunidad. En algunos
casos, los hampones se transaron por una nevera    FERNANDO SÁNCHEZ
De acuerdo con asesores, en Caracas se negocian cinco raptos cada noche

MARÍA ISOLIETT IGLESIAS |  EL UNIVERSAL
El secuestro exprés es un delito de oportunidad. Así lo definen tanto expertos como policías. Por eso, y por la masificación del crimen, aseguran que hoy, cualquiera puede ser "secuestrable".

"Hemos conocido casos -pero no los hemos investigado porque no se ha formalizado la denuncia- en barrios de Caracas como Boquerón, 23 de Enero, La Vega... Bandas del mismo sector, se llevan a vecinos que presumen, por su forma de vestir, o por el carro que tienen, o por sus accesorios (relojes, zapatos y bolsos de marca; celulares de última generación; joyas; etc) que pueden tener algo de dinero para pagar una liberación. En Barinas, por ejemplo, supimos de un caso de una señora que pagó con su nevera para que le devolvieran a su bebé, que se lo arrebataron de los brazos en una parada", contó un efectivo policial que prefirió mantener su nombre anónimo.

Según explicó el policía, por esos secuestros se paga relativamente poco y todo suele "resolverse" bastante rápido. Las víctimas no denuncian porque los victimarios conviven en el mismo sector y todos se conocen. Temen que la represalia sea peor que lo que vivieron en cautiverio.

El grueso de las capturas

En Caracas, el mayor número de secuestros exprés se sigue concentrando en el este y sureste de la ciudad. Secuestran a los vulnerables. A los que andan solos, en sitios sin afluencia de personas y manejando carros muy vistosos (sobre todo camionetas del año).

Cada noche, explicaron varios asesores en materia de secuestros, se negocian unos cinco plagios en Caracas. De esos, a veces, solo uno se denuncia. Todos se pagan.

"Con el pago de un secuestro de esos, se financia otro más y así. Por eso lo recomendable es denunciar. Hay que confiar en los cuerpos de seguridad, porque el patrón que ya se rompió fue el de la hora y el día: hoy secuestran en cualquier momento, todos los días de la semana", explicaron.

Cómo manejarse

Los especialistas señalan que lo primero es mantener la calma y no oponer resistencia.

El objetivo de los secuestradores es siempre el mismo: solucionar la situación lo antes posible sin dañar a la víctima, es su aval para cobrar.

Los asesores explican que cuando la familia recibe la llamada de un secuestrador, debe verificar que se trata de un plagio y no de un engaño, exigiendo que le comuniquen con su familiar.

Agregan que la familia debe buscar asesoría de los cuerpos de seguridad y de los expertos, para no poner en riesgo a la persona secuestrada.

El secuestrado, por su parte, no debe, bajo ninguna circunstancia, dicen los expertos, enfrentar físicamente a los secuestradores, ni adoptar actitudes provocativas, ni gastar energías, pues luego las va a necesitar. Debe evitar entablar contacto visual con los plagiarios; y no intentar huir.

Algunos funcionarios indican que la víctima debe estar atenta para memorizar los hábitos, características y costumbres, formas de hablar y contactos que realicen los sujetos. Así, al momento de colocar la denuncia la policía tendrá información valiosa.

Es recomendable memorizar los números de las autoridades para contactarlos en caso de ser liberado por presión policial para que policía comience la persecución sin perder mucho tiempo.

Todos los expertos consultados insistieron en confiar en los efectivos de la División de Antiextorsión y Secuestro del Cicpc. "Son efectivos con una gran ética y mucho profesionalismo. Son lo mejores para resolver estos problemas".

iiglesias@eluniversal.com

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