martes, 20 de diciembre de 2011

LVBP: Resultados beisbol profesional venezolano del lunes19dic11

Caracas 5 Tigres 4

Leones remata con fuerza ante Tigres

Una remontada en el noveno inning le dio a Leones su cuarta victoria en fila y alimentó sus esperanzas de conseguir un pase al round robin.


Wilfredo Romero vivió anoche un déjà vu. Era la repetición de un episodio antes vivido. Francisco Buttó en la lomita; noveno inning; y la oportunidad de llenarse de gloria en las bases. Entonces su memoria le recordó que años atrás, el cerrador lo había ponchado en la misma situación. Esta vez, sin embargo, quiso cambiar el destino. Y lo logró, para beneplácito de los aficionados de Leones, que celebraron la cuarta victoria al hilo.

Caracas venció ayer a Tigres 5-4, en un trepidante duelo que bien pudo quedar a favor de los aragüeños. Pero el jardinero, que militó con el equipo de Buttó entre la 04-05 y la 07-08, hizo que esta vez el destino le sonriera a él. Y lo consiguió con un batazo que, con suspenso, cayó frente al jardinero izquierdo y dejó en el terreno a su ex equipo.

El imparable de Romero fue el detonante de las tribunas del Universitario, que anoche, después de palidecer por el par de carreras que anotó Tigres entre el octavo y el noveno, estalló en decibeles cuando ese misil de Romero tocó la grama del jardín izquierdo. Caracas no tiene mañana, y la afición lo sabe. Y sólo eso justifica una celebración tan eufórica como la de anoche.

Jesús Guzmán fue uno de los artífices de la remontada, con un cuadrangular solitario que le dio vida al Caracas en el noveno inning, porque los puso a una carrera de igualar la pizarra. Era un presagio de la debacle de Francisco Buttó. Porque Asdrúbal Cabrera y Stephen Vogt, ambos sumidos en sendos bajones, siguieron con hits; y el cerrador de Tigres se vio obligado a bolear intencionalmente a Marwin González.

“Guzmán y Romero se me acercaron para decirme que no podía hacer swing a pitcheos bajos”, contó el novato Jesús Aguilar, que trajo la carrera del empate con un elevado de sacrificio. “Así que salí a buscar un pitcheo alto y lo conseguí”.

Y entonces le llegó el turno Romero, un veterano de mil batallas que no pudo ser alineado por molestias en la espalda. “Lo mismo que le dije a Aguilar lo apliqué para mí”, contó el maracayero de 37 años de edad. “Y entonces recordé esa vez que Buttó me ponchó. Y me di cuenta que me estaba repitiendo la secuencia, así que esperé el cuarto envío porque sabía que era una slider y la conecté”.
Unos 7.000 aficionados, que todavía abrigaban esperanzas de una remontada, festejaron como nunca. Caracas, incapaz de producir durante la ronda regular, se ha convertido en una máquina de batazos oportunos en los últimos cuatro juegos, que han ganado todos por una carrera.

“Allá dentro (en el clubhouse) tenemos un lema que nos ha funcionado en estos últimos juegos”, contó Romero, después de la eufórica celebración. “Ese lema es: ‘Uno a uno’. Porque nosotros no tenemos mañana. Hay fanáticos que nos maldicen, pero nosotros salimos a ganar noche a noche. Y esos fanáticos que nos pitan son los peores que puede haber”.

Caracas iniciará hoy una serie de cuatro juegos contra Caribes, su rival directo por el quinto puesto de la tabla. Y solo una derrota los encaminaría hacia la eliminación. Pero Rick Sweet es optimista. Porque esas cuatro victorias dispararon el ánimo que había en la cueva y alimentan la ilusión de estar en el round robin. “Estamos construyendo el ánimo de este club, y los errores no nos afectarán”, aseveró el piloto. “Esta victoria es muy, muy grande”.

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