martes, 17 de enero de 2012

La Niña podría incitar epidemias de influenza

BBC.Munro.- El fenómeno climático conocido como La Niña podría estar incrementando la probabilidad de que ocurra una epidemia de influenza, dicen científicos.


Una nueva investigación encontró que las últimas cuatro pandemias de gripe que azotaron al mundo, ocurridas en 1918, 1957, 1968 y 2009, ocurrieron después de un evento de La Niña.

La Niña forma parte de un ciclo natural del clima mundial conocido como El Niño-Oscilación del Sur (ENSO), el cual tiene dos extremos: una fase caliente (El Niño) y una fase fría (La Niña).

Esta última fase provoca el enfriamiento de la temperatura de la superficie del mar en la región del Pacífico ecuatorial.

Tal como señala el estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) (Actas de la Academia Nacional de Ciencias), durante un evento de La Niña podrían cambiar los patrones migratorios de las aves, que se sabe son reservorios primarios del virus de influenza humana.

Esta alteración en los patrones migratorios, afirmaron los científicos de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Columbia y la Universidad de Harvard, en teoría podrían promover el desarrollo de nuevas cepas de influenza.

Los científicos subrayan, sin embargo, que ha habido muchos otros eventos de La Niña en los que no se ha visto la propagación de cepas del virus.

De manera que podría haber muchos otros factores, además de La Niña, que han hecho más probable la aparición de una pandemia, agregaron.

“Ciertamente el ENSO afecta el clima, las precipitaciones y la humedad en todo el mundo” explicó a la BBC el profesor Jeffrey Sharman, uno de los autores del estudio.

“Pero los efectos son muy variados en todo el mundo. No hemos visto un patrón coherente” agregó.

Cepas nuevas

Sin embargo, tanto la pandemia de la gripe española de 1918, la de influenza asiática en 1957, de influenza en Hong Kong en 1958 y de gripe porcina en 2009, fueron precedidas por períodos de condiciones climáticas de La Niña.

Para analizar la relación entre los patrones climáticos y las epidemias los científicos estudiaron los registros de las temperaturas en el Pacífico ecuatorial durante el otoño e invierno anteriores a las cuatro pandemias recientes.

Encontraron que las cuatro fueron precedidas por temperaturas de la superficie del mar más bajas de lo normal, lo cual es consistente con el fenómeno de La Niña en la región, que ocurre cada dos a siete años aproximadamente.

Otros estudios han mostrado que los patrones de La Niña (y también El Niño) alteran la migración, tiempo de escala, estado de salud y cruza entre especies de las aves migratorias.

Y todas estas condiciones, afirman los investigadores, podrían favorecer el intercambio de material genético que provoca el desarrollo de variantes nuevas y potencialmente más comunes del virus de influenza.

No es claro el vínculo


El vínculo, sin embargo, entre La Niña y el brote de una epidemia no es claro.

“Lo que podemos deducir es que estas condiciones hacen que las aves se mezclen, lo cual no ocurre normalmente, y esto permite que ocurra una recombinación genética” explicó el profesor Sharman.

Sin embargo, el hecho de que muchos otros períodos de La Niña no hayan sido seguidos de una pandemia indica que podrían estar involucrados otros factores.

Es por eso que los investigadores advierten que este estudio no establece un vínculo claro y no se debe pensar que La Niña podría usarse como una herramienta para pronosticar pandemias.

Para ver si esta teoría es correcta, dice el profesor Sharman, será necesario llevar a cabo más investigaciones que analicen cambios en las aves, las personas y en la genética del virus de influenza.

“Ahora es posible observar la circulación de la genética viral en las aves, cerdos y personas, y con esto podríamos ser capaces de obtener resultados estadísticos más robustos para poder conocer mejor estos mecanismos”, añadió el investigador.
Cort. El Nacional

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