sábado, 19 de mayo de 2012

Clausuran el penal de La Planta con el traslado del reo 1.693

Foto: Fernando Sánchez
TOMÁS RAMÍREZ GONZÁLEZ , ELKIS BEJARANO DELGADO |  EL UNIVERSAL
Cerca de las 9:30 de la noche de este viernes, un par de funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana y un Bombero del Distrito Capital quitaron la placa que durante años identificó a la Casa de Reeducación y Trabajo Artesanal del Paraíso, La Planta, luego que se trasladara al reo 1.693 hasta el penal de El Rodeo I en Guatire.


Así se clausuró el penal que durante unos 21 días hizo colapsar la ciudad, mantuvo en zozobra a los vecinos y preocupados a sus familiares.

Durante la clausura, la ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Valera, estuvo acompañada por su equipo de trabajo y aseguró que el traslado salió mejor de lo esperado. "Por fin le estamos dando un regalo a los habitantes de esta parroquia, que por tantos años sufrieron solamente por el hecho de estar viviendo al lado de este centro de reclusión, eso va a quedar en el pasado, esto es un espacio liberado para el pueblo caraqueño".

Aseguró que el domingo se realizarán una misa en el lugar y se organizarán programas de recreación para los niños de El Paraíso.

Aunque la ministra celebró el cierre del penal, no entregó información sobre si algún recluso resultó herido durante los enfrentamientos, ni del destino de las armas de alto calibre que tenían los reos y con las cuales se enfrentaron con los funcionarios de verde.

Más temprano, el presidente de la República, Hugo Chávez Frías aprobó un total de 164,7 millones de dólares al Ministerio para Asuntos Penitenciarios para desarrollar el proyecto de conectividad y tecnología de seguridad en los centros de reclusión del país, así como Bs 1.497 millones para construir ocho nuevo reclusorios.

En horas de la noche vecinos del retén aseguraron haber visto fuego en uno de los pabellones de La Planta, pero no se conoció las causas del mismo.

La crónica de un traslado

"Revísale las b... Súbete los pantalones ¿Cuántos años tienes tú? Apenas 19. Eres un niñito. Mira como salen bañaditos y peinaditos. Mosca con la gelatina que se ponen en el pelo que cuando llegan se la quitan con agua, se secan y sacan la droga que llevaban oculta".

Las pintorescas expresiones que salieron de la boca del Comandante de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Mayor General Juan Francisco Romero Figueroa, hicieron carcajear al presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, a medida que los internos de la Casa de Reeducación y Trabajo Artesanal de El Paraíso salían del penal en fila, para subirse a los buses, a las 11:29 de la mañana. Era el octavo grupo de 50 presos que salió del penal para el Rodeo I o a Yare I.

Muchachos de 18, 19 y 20 años caminaban debilitados por haber pasado tres semanas de hambre y sed. En fila, fueron requisados por los guardias. Los cordones de sus zapatos y sus cinturones quedaron rejas adentro. Algunos lograron pasar un puñado de bolívares (que no pasaba de 200) con el permiso del mencionado general.

Un olor a yerba quemada salía de ventanas y boquetes donde al parecer estallaron proyectiles, lacrimógenas, granadas y explosivos de aturdimiento. Cicatrices de la batalla campal.

Iris Varela se dejó ver supervisando el proceso, mientras que su subalterno, Daniel Dumont, se paseaba por la entrada de la instalación carcelaria con una pistola sujetada a su muslo derecho.

Miembros del llamado "Carro Negro", o Equipo de Reacción Inmediata y Custodia del ministerio filmaban todo el procedimiento.

Los omnibuses partieron desde la aún clausurada avenida Páez de El Paraíso, en dirección a la avenida Los Claveles, del sector Las Flores de Puente Hierro, donde un grupo de 500 familiares esperaba a los internos para saludarlos. Algunas madres, mujeres y esposas de los presos durmieron en los alrededores y se trasladaron desde la plaza Madariaga hasta una isla de Las Flores de Puente Hierro. Otras llegaron del interior al conocer la noticia.

Los presos van errantes a otros penales, con el mismo caos procesal y sin esperanza de solución al hacinamiento.

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