sábado, 7 de julio de 2012

"Capriles es su obsesión"

Para Carlos Raúl Hernández la prioridad de “Fidelito” ya no es su enfermedad sino las fotos que publica la prensa de las giras del adversario. Según el politólogo y profesor universitario, los asesores brasileños de Miraflores están por tirar la toalla: el presidente-candidato sabotea en las cadenas todo el esfuerzo que ellos hacen por copiar la campaña en positivo de Capriles Radonski

ELIZABETH ARAUJO/ FOTO SAÚL UZCÁTEGUI/TalCualDigital
“Capriles es la obsesión de Chávez”

Para Carlos Raúl Hernández la prioridad de “Fidelito” ya no es su enfermedad sino las fotos que publica la prensa de las giras del adversario. Según el politólogo y profesor universitario, los asesores brasileños de Miraflores están por tirar la toalla: el presidente-candidato sabotea en las cadenas todo el esfuerzo que ellos hacen por copiar la campaña en positivo de Capriles Radonski

–¿En estos días se habla mucho de reconocer o no los resultados del 7-O. ¿Puede haber fraude?

–El problema es relativamente importante. Se trata de una estrategia del G2 cubano para llegar a sectores medios porque al sector popular no le interesa eso. Pero sí a los sectores medios, donde a muchos ingenuos de la alternativa democrática les gusta expandir la información. Es necesario desmostar esos mitos. Ellos inventan miles de cosas y todo es  una necedad. El único fraude posible está en las mesas. Si no estás en la mesa y no cuidas el voto, cualquiera (no tiene que ser el CNE) te lo arrebata. Eres tú, con tu actitud pasiva, que empiezas a decir que va a ver fraude y no votas o no haces nada. Así es lógico que gane el otro. Si no estás presente en el momento crucial de la votación, se pierde. Sabemos que el CNE no nos va a cuidar los votos. De modo que la gente que está preocupada por el fraude, que vaya y se presente a una mesa como testigo de la Unidad. Pero hay más: nosotros le hemos ganado 3 elecciones a este gobierno y le vamos a ganar el cuarto, que es el 7 de octubre.

–En alguna ocasión ha usado el término “gobierno bellaco” para identificar la gestión de Chávez. En concreto, ¿a qué se refiere con eso?
–Gobierno bellaco es aquel que viola constantemente la Constitución y utiliza las leyes para fustigar a los que no piensan como él. Eso es este gobierno. El presidente de la República ha violado más de 2 mil veces la Constitución. Utiliza a VTV para insultar, manipular e instigar a la violencia y las instituciones no hacen nada para sancionarlo o impedirlo. Sin embargo, a Globovisión le imponen una multa descomunal. Eso, que se hacía en las dictaduras, lo vemos hoy, con este gobierno que pone preso a las personas sin hacerles juicio sin el debido proceso. Ahí está el caso Afiuni o de los empresarios de Econinvest.

–¿Y por qué Chávez, enfermo y recluso en Miraflores, siga punteando en las encuestas?
–Para empezar, yo creo en las encuestas serias, no en esas de maletín. Y en las encuestas serias hay un empate técnico con tendencias de Capriles a seguir subiendo e incluso a que  gane. Aunque el Gobierno dispone de 1 billón 300 millones de dólares que nos los saca de nuestros bolsillos para su propaganda, eso no será suficiente para parar el tsunami de Capriles.

–¿Cómo explica ese fenómeno casi telúrico que provocan las visitas de Capriles en cada rincón del país, o ya esto lo había visto en otras campañas electorales?
–Por un lado hay decepción, rabia, frustración y la gente expresa esa emoción al observar a alguien diferente. Pero eso no es suficiente. Hay otro elemento y es que hoy existe una alternativa democrática. Capriles representa esa alternativa. A partir de 2006 hubo una ruptura. Dejamos de hacer guarimbas, paros petroleros y buscar planes B para convertirnos en una oposición con mayor sentido de la realidad. Somos la verdadera fuerza democrática por excelencia. La oposición de 2005 era incapaz de hacer oposición. Vamos por buen rumbo y vamos a llegar a buen puerto. Eso es lo que no deja dormir a “Fidelito”. Más que su enfermedad, le preocupa ver las fotos en la prensa con las giras de Capriles en todo el país. Ahora, debemos mantener esa unidad en el nuevo gobierno que será de identidad nacional, porque hay que estar claros que debemos incorporar a los chavistas. Todos, chavistas y no chavistas, saben que Chávez está destruyendo el país y que existe una fuerza de alternativa democrática que puede parar esa destrucción. Porque, por otro lado, la generación de relevo chavista no tiene expectativas. Ellos saben que mientras esté Chávez en el poder no tienen posibilidad alguna para hacer otra cosa sino bajar la cabeza. Por eso insistimos en que ellos también deben participar en la reconstrucción del país. Salir de Chávez, a través de los votos es lo mejor que le puede pasar a Venezuela. Mejor  para ellos, y para el país.

–En artículo reciente usted se refirió a la idea de “enseñar a vivir” y dijo que los primeros años de vida son decisivos para prevenir efectos irreversibles de la miseria. ¿A qué se refiere exactamente?
–Uno de los grandes daños que le ha hecho este Gobierno al país es la destrucción de la educación, particularmente en esa primera etapa en la cual se crean valores y destrezas para vivir, como la lectura, los conocimientos elementales. Fidelito hundió el sistema educativo, y esa será una dificultad con la que se va a topar Capriles. Por fortuna, la educación figura como prioridad en el programa del nuevo gobierno. Fíjate, 70% de las personas que trabajan en todo el mundo lo hacen en torno a las áreas técnicas, y aquí en Venezuela hacen todo lo contrario. Forman a la gente, si es que la forman, pero para que piensen como Chávez: de una forma ideológica. Gran parte de los muchachos necesitan destrezas básicas: trabajar en colaboración, aprender a leer y escribir, tomar decisiones. El mejor ejemplo es Brasil. En algunos de los barrios más peligrosos de Río y Sao Paulo hicieron acuerdo con la Nike, que ha desarrollado un programa deportivo-cultural en barriadas de Latinoamérica, y eso ayudó a combatir y disminuir la violencia. A través del deporte en los barrios y la educación, que van de la mano, se enfrenta esa violencia que han generado los malos gobiernos.

–Acaba de terminar en Caracas, sin pena ni gloria, el Foro de Sao Paulo ¿Para qué sirvió este encuentro?
–Alguien los llamó “el foro de los chulos”. Esos no son más que unos vagos y mantenidos por el gobierno venezolano. Esos todavía no se han deslastrados de Castro. Ser de izquierda es un negocio. Tienen una vida turística muy ostentosa, pagada desde luego con dinero venezolano. Posiblemente sirvió para que aplaudieran a “Fidelito” cuando habló en la Asamblea Nacional.
 
–¿Cómo entender esta dependencia casi enfermiza de Chávez por los Castro?

–La generación nuestra tuvo un impacto muy poderoso con la imagen de Fidel Castro. Fue un héroe, un semidiós. El hombre que se jugaba la vida por un ideal. Así lo vio el mundo entero, desde Sartre hasta García Márquez. Y así lo vio también mucha gente. Castro fue un mito. Solo que con el tiempo los más atentos se deslastraron de ese mito. Salvo “Fidelito”, que ha estado enamorado desde que lo vio en persona. Porque no hay que caerse a engaños. Chávez ni pensaba en la revolución cubana cuando era militar. Todo cambió cuando lo conoció y se embelesó. Pero ya es demasiado tarde. Mientras Cuba va hacia otro lado, Chávez va a los 60.

–¿Qué interpretación le da al tema Paraguay-Mercosur, ahora con este video protagonizado por el canciller Maduro?
–Este episodio ha sido una vergüenza más que nos ha hecho pasar a los venezolano este Gobierno irresponsable. En un país como Venezuela, donde falla la electricidad y la gente muere como mosca, este Fidelito se quiere presentar como imperialista. Le gusta hablar mal del imperio norteamericano, sin embargo estamos bajo la bota del imperio cubano, y además quiere imponerles sus criterios a gobiernos democráticos. La decisión de Paraguay es inobjetable. En cuanto a Mercosur, es bueno que entremos en ese sistema. Pero una cosa es estar en manos de Fidelito y otra cosa es con Capriles. El nuevo gobierno debe darle al Mercosur un viraje para estimular nuestros productos y no para estar importando, como ocurre actualmente. Estoy seguro que en Mercosur hay   empresarios, industriales, trabajadores y funcionarios que piensan más como Capriles que como Fidelito.

–¿Significa entonces que Chávez está perdiendo influencia entre sus seguidores del Alba y Unasur o, al contrario, se fortalece cada vez más al punto que viene de doblarles el brazo a los cancilleres de Mercosur?
–Fidelito quería expulsar a Paraguay y no lo logró. Eso es significativo. Su influencia ya no es tan grande, porque ha recibido muchas derrotas. La salida de Lugo, como el desprecio de Humala, la derrota de López Obrador, dos veces y el distanciamiento de Dilma Rousseff dice bastante. Lo que sí creo es que a él lo utilizan todos, sobre todo Cuba, Ecuador, Bolivia y Argentina, lo que revela que no posee liderazgo sino una poderosa petrochequera (de dinero venezolano) con la que mantiene ese liderazgo de utilería.

–¿Usted cree que finalmente Cuba haga el viraje hacia un modelo de libre mercado y con democracia?
–Es que ya lo está haciendo, aunque el moscardón de Fidel Castro anda por ahí dando vueltas.

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