FOTO: CRISTIÁN HERNÉNDEZ
Justo al lado del Parque del Este, está un concurrido concesionario de carros chinos. Las costuras se ven cuando el privilegio se empieza a notar: el estacionamiento del concesionario, donde aguardan para entrega decenas de carros nuevecitos, es el propio estacionamiento a la intemperie del Parque. Allí agrupan los carros de varios modelos y colores, todos a merced de agua, sol, polvo y hasta cagarruta de pájaro
En la avenida Francisco de Miranda, justo al lado del Parque del Este, está un concurrido concesionario de carros chinos. Es uno de esos locales para vender vehículos importados con beneplácito del Gobierno, mientras otras marcas comerciales han ido mermando su presencia en el país.
Las costuras se ven cuando el privilegio se empieza a notar: el estacionamiento del concesionario, donde aguardan para entrega decenas de carros nuevecitos, es el propio estacionamiento a la intemperie del Parque. Allí agrupan los carros de varios modelos y colores, todos a merced de agua, sol, polvo y hasta cagarruta de pájaros.
Tremenda manera de guardarlos. Muy a lo socialista del siglo 21: balurdo. Similar, por cierto, a como amontonan los carros iraníes en Maracay, también a la intemperie. Mientras tanto, el chavismo quiere imponer controles a la venta de vehículos, ¿será que quieren que allí también haya escasez para potenciar las ventas de SUS vehículos chinos? Veremos.
Cort. TalCualDigital
En la avenida Francisco de Miranda, justo al lado del Parque del Este, está un concurrido concesionario de carros chinos. Es uno de esos locales para vender vehículos importados con beneplácito del Gobierno, mientras otras marcas comerciales han ido mermando su presencia en el país.
Las costuras se ven cuando el privilegio se empieza a notar: el estacionamiento del concesionario, donde aguardan para entrega decenas de carros nuevecitos, es el propio estacionamiento a la intemperie del Parque. Allí agrupan los carros de varios modelos y colores, todos a merced de agua, sol, polvo y hasta cagarruta de pájaros.
Tremenda manera de guardarlos. Muy a lo socialista del siglo 21: balurdo. Similar, por cierto, a como amontonan los carros iraníes en Maracay, también a la intemperie. Mientras tanto, el chavismo quiere imponer controles a la venta de vehículos, ¿será que quieren que allí también haya escasez para potenciar las ventas de SUS vehículos chinos? Veremos.
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