martes, 22 de abril de 2014

Venezuela está raspada en cambio climático

"El Gobierno miente, y miente de frente, si dice que está preparado para el cambio climático".
DANIEL GONZÁLEZ CAPPA |  EL UNIVERSAL
Alicia Villamizar tiene bases para decir, sin que le quede remordimiento en la conciencia, que Venezuela está en los últimos lugares en la lucha contra el cambio climático tanto a escala global como continental.


La experiencia le da los argumentos. Es profesora del Departamento de Estudios Ambientales de la Universidad Simón Bolívar (USB) y la única venezolana en participar en la elaboración del quinto informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) presentado en marzo en Yokohama, Japón.

Las proyecciones no son alentadoras. Tras no cumplirse los acuerdos de reducir las emisiones de dióxido de carbono -el gas de efecto invernadero más conocido- a menos de 350 partes por millón a escala global, tal como establecían los compromisos adquiridos en el marco de la convención del cambio climático y la primera etapa del Protocolo de Kyoto, los 500 expertos que conforman el panel estiman que ya los impactos ambientales son irreversibles.

Hoy, según Villamizar, las emisiones de dióxido de carbono se encuentran por encima de las 400 partes por millón y sus efectos se están viendo en dos escenarios del territorio venezolano: la pérdida de los glaciares en Los Andes, lo que afecta el área agrícola y el suministro de agua en la zona; y la pérdida costera en algunas zonas del país en los más de 4.000 kilómetros de costa continental e insular que tiene el país.

Pero Villamizar tiene que hablar de manera genérica. El último inventario de gases de efecto invernadero se realizó en 1996. Los científicos no saben a ciencia cierta qué ocurre en el país en materia ambiental y solo hacen intuyen de acuerdo a lo que ocurre en la región.

La profesora trae a colocación varios temas importantes sobre cómo Venezuela contribuye al cambio climático, como es el caso de una industria petrolera que opera sin los controles ambientales adecuados. "Eso se ha perdido. Antes Pdvsa y el Ministerio del Ambiente eran muy estricto sobre la emisión de gases. La pérdida de institucionalidad hace imposible saber qué ocurre en el sector".

A eso se le añade un parque automor envejecido que no se ha cambiado desde hace al menos 15 años y que altamente contaminante; los cambios de uso del suelo agrícola con fines industriales y urbanos que han afectado la cobertura vegetal, y la pérdida de la red hidrológica que aportaban información "más o menos relevante" del clima en el territorio.

"Venezuela no tiene mitigación de emisiones y mucho menos adaptación para el futuro, lo que no nos permitirá reconocer, por ejemplo, cuáles son los rubros agrícolas que no resistirán el aumento de las temperaturas", asegura Villamizar.

-¿Cómo puede adaptarse Venezuela a los efectos del cambio climático teniendo en cuenta su déficit?

-Es importantísimo. Lo primero que tiene que hacer un país es identificar cuáles son sus fuentes de emisión de gases de efecto invernadero, explica.

Recomienda también proteger los humedales, ya que son ecosistemas que ayudan a capturar las emisiones de carbono.

Pero lo cierto es que, según Villamizar, el país no aplica las políticas públicas correctas. "El Estado miente, miente de frente, si dice que está preparado para el cambio climático", asegura.

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