sábado, 26 de abril de 2014

El simulador de Viasa sigue en ruinas


De ser un ícono de la aeronáutica venezolana, el edificio de la extinta Viasa en Parque Caiza -donde se encontraba el simulador de vuelo de esa aerolínea- es hoy un nido de desidia e inseguridad.


Los actuales vecinos (de Parque Caiza y Carimao) se preocupan por el destino del edificio. A partir de mayo los consejos comunales de la zona iniciarán la recuperación del contiguo parque de recreación María Concepción Palacios y Blanco. El Instituto Nacional de Parques (Inparques) les otorgó financiamiento para colocar mobiliario urbano, cercas y alumbrado, y para la construcción de caminerías y sanitarios.

Aura Contreras, miembro del consejo comunal Altos de Parque Caiza, asegura que para darle aprovechamiento a la zona, el edificio de Viasa debe dejar de ser un centro de delincuencia, de abandono de escombros y hasta de cadáveres. Cree que la infraestructura serviría para un liceo o escuela, de los que tanto hacen falta.

En la gaceta oficial 39.152 del dos de abril de 2009 la Asamblea Nacional otorgó la edificación y todos sus bienes a la aerolínea Conviasa, con la intención de que se convirtiera en un centro de entrenamiento aéreo para Latinoamérica.

En ese entonces se escucharon diferentes propuestas de uso del edificio, pero ninguna comprometía a Conviasa. En 2012 empleados de mantenimiento del lugar indicaron que el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) lo convertiría en una morgue. Algunos vecinos se manifestaron en contra pues podría pasar a ser un lugar de enfrentamiento entre bandas.

Meses más tarde la Policía Nacional Bolivariana (PNB) expresó interés por usarlo como una de sus sedes. "En febrero de 2013 visitamos con ellos el edificio y se mantenía en buen estado", cuenta Contreras.

Fue a mediados del año pasado cuando los vigilantes que reguardaban el lugar desde 1997 (cuando cerró Viasa) se fueron para no volver.

Con el abandono de las instalaciones, y la falta de concreción de alguna de las ideas, la delincuencia se apoderó de los espacios y las instalaciones se convirtieron en un núcleo de destrucción. Por sus pisos se observan libros, vidrios y hasta antiguos salvavidas de Viasa, y en el centro del habitáculo el simulador del avión DC-10, destruido por completo, rodeado de desperdicios.

Se mueve entre los vecinos un clima de propuestas sobre el futuro de las instalaciones, ya que ha habido en la zona un aumento de familias jóvenes que desean eliminar la reputación delictiva del sector. Muchos se preocuparon cuando apareció hace dos días un afiche que rezaba: "Propiedad dañada por el fascismo, y recuperada por la revolución". Temen una eventual invasión o un uso no aprobado por la comunidad.
Cort. ELISA VÁSQUEZ |  EL UNIVERSAL

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