sábado, 17 de abril de 2010

Yoshua Cienfuegos desnuda su discurso coreográfico

Cisnes Negros, coreografía Yoshua Cienfuegos con
Cienfuegos Danza | Cortesía de Fernando Márquez
El artista español ofreció un taller de danza la semana pasada y participará en un conversatorio sobre el proceso creativo de su compañía este sábado en el Centro Cultural Chacao. Su obra, Matar a Cupido, se presenta este fin de semana en la sala Anna Julia Rojas de Uneartes
Lorena Meléndez G./El Nacional     
El mes de agosto del año pasado fue crucial para el bailarín y coreógrafo español Yoshua Cienfuegos. Durante treinta días, él y los integrantes de su compañía se dedicaron a estudiar la base constante de su trabajo: el movimiento, y a explorar nuevas formas de expresión estética.

El análisis logrado en esta etapa e insertado en el proceso creativo de Cienfuegos Danza es el tema del conversatorio que el autor, junto al jefe de Producción de la agrupación, Jesús Mascarós, encabezarán este sábado 17 de abril, en el Centro Cultural Chacao, a las 4:00 pm.

"En estos 10 años he llevado un camino a la hora de crear y ese estudio del movimiento siempre estuvo presente y ahora lo revisamos (...) no por agotamiento sino por la inquietud de cambiar y renovar", comentó a El-Nacional.com.

Para el artista, la mirada de análisis a gran escala que hizo sobre su trabajo tuvo siempre como finalidad la generación de "nuevos puntos de partida, desde el discurso y el vocabulario coreográfico".

De allí salieron las tres propuestas más recientes de la compañía, dos de ellas vinculadas a una revisión de la obra de Leonardo Da Vinci: Leonardo, presentada con la Compañía de Danza de Costa Rica y 1:618 Da Vinci, que llevará a escena con Cienfuegos Danza. El tercer montaje es Matar a Cupido, que ya recibió premios en España e Italia y se presentará este fin de semana en la sala Anna Julia Rojas de Uneartes.

Cienfuegos ha desempeñado con su compañía una labor pedagógica en cada uno de los lugares que visita. El ánimo que lo mueve es una retroalimentación lograda a través de talleres y conferencias que le permiten establecer un contacto más directo con el pequeño universo artístico del país, y que va más allá del acercamiento escénico que alcanza con el público en una función.

En Venezuela, que ha sido objeto de ese trabajo, Yoshua Cienfuegos ha visto muy pocos montajes y no se atreve a hacer una valoración sobre la situación de la danza en el contexto nacional. Sin embargo, afirma que la inquietud del bailarín criollo siempre se pone de manifiesto.

"Yo creo que están pasando cosas. Hay algo que valoro y es que aquí suceden cosas. Hay una necesidad de contrastar información y de proponer, y para mí eso es lo fundamental. Es un tejido profesional vivo, con mucha energía, capacidad y talento. Los encuentros a los que he ido me han demostrado eso".

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