Eloisa Álvarez decidió "vivir" en el pasillo del edificio Río Torbes en señal de protesta pacífica para reclamar la desocupación de su apartamento. Hace 5 años se le venció el contrato a sus inquilinos, pero éstos se niegan a abandonar el lugar, pese a tener una sentencia firme del Tribunal Supremo de Justicia. "En 2009 se les venció la prórroga y en noviembre de 2010 me dieron la sentencia firme del TSJ. Tengo 4 años viviendo de lo que me ayuden y no es justo", señaló Álvarez.
La afectada solicitó la ejecución forzosa, sin embargo el 10 de enero de 2011, el máximo tribunal del país otorgó un plazo de 10 días para que las personas salieran voluntariamente y cuatro días después el TSJ publica un decreto en el que suspenden los desalojos, llevándose por delante la sentencia que había otorgado.
"Hablé con mis dos hijas, tengo una hija menor de edad, si nadie me puede ayudar y lo único que tenemos es ese techo, entonces sigo con mi decisión de venirme con un colchón. Yo no quiero poner esto como algo político. pido justicia, tengo una decisión de un tribunal con sentencia firme", relató Álvarez.
La señora dejó de trabajar para encarar su decisión de luchar por lo que considera es el único patrimonio para sus dos hijas.
La afectada solicitó la ejecución forzosa, sin embargo el 10 de enero de 2011, el máximo tribunal del país otorgó un plazo de 10 días para que las personas salieran voluntariamente y cuatro días después el TSJ publica un decreto en el que suspenden los desalojos, llevándose por delante la sentencia que había otorgado.
"Hablé con mis dos hijas, tengo una hija menor de edad, si nadie me puede ayudar y lo único que tenemos es ese techo, entonces sigo con mi decisión de venirme con un colchón. Yo no quiero poner esto como algo político. pido justicia, tengo una decisión de un tribunal con sentencia firme", relató Álvarez.
La señora dejó de trabajar para encarar su decisión de luchar por lo que considera es el único patrimonio para sus dos hijas.
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