miércoles, 26 de enero de 2011

Identifican restos de mujer de Edad de Hierro

Los cientificos tardaron seis años en su investigación. El Universal/El Mundo
MÉXICO, D.F., enero 21 (EL UNIVERSAL).- La datación de radiocarbono permitió a la policía de Alemania descubrir que los restos de una mujer encontrados en la zona pantanosa de Moora no eran los de una joven de 16 años desaparecida en 1969, sino el cuerpo momificado de una joven de entre 17 y 19 años de edad que murió hace 2 mil 600 años.


En 2000 policías de Hannover hallaron un cadáver excepcionalmente bien conservado que fue sometido a pruebas de ADN para ver si pertenecía a la chica desaparecida; pero al no coincidir el material genético se archivó el caso.

Cinco años más tarde, el 5 de Enero de 2005, apareció en la misma zona una mano derecha humana y con las huellas digitales intactas que inmediatamente fue asociada a los restos.

Los forenses advirtieron la presencia de sustancias propias de una momificación y así fue como el caso pasó al campo de la arqueología. Los arqueólogos Hennig Haßmann y Andreas Bauerochse realizaron la datación por radiocarbono en la Universidad de Kiel.

Los investigadores descubrieron que la chica, a quien nombraron Moora, había muerto entre el 764 y el 515 antes de Cristo, según publicó el diario español El Mundo.

La triste historia de Moora

Tras seis años de trabajo científico, hoy lo conocemos casi todo sobre ella. Gracias a un equipo multidisciplinar compuesto por paleontólogos, profesionales de la justicia, antropólogos y arqueólogos, sabemos por ejemplo que era zurda, que su cabello era ligeramente pelirrojo y que vivió en lo que hoy es Baja Sajonia, en la Edad de Hierro prerromana, llevando una existencia llena de penurias y sufrimientos.

Según el experto en huesos Dennis Saring, del Hospital Universitario Hamburg-Eppendorf, de niña sufrió al menos dos fracturas parciales de cráneo que tuvieron tiempo de soldar solas y padeció largos periodos de enfermedad fácilmente asociables a largos inviernos de privaciones.

Las líneas de crecimiento de los huesos revelan que durante toda su infancia y adolescencia sufrió una desnutrición crónica y un ejercicio físico duro que estaría relacionado posiblemente con el traslado de grandes vasijas cargadas con agua sobre su cabeza.

Belleza sajonia mantiene incógnitas

El semanario Der Spiegel publicó la reconstrucción de su rostro, realizada por la Policía Criminal del estado de Sajonia-Anhalt y expertos de las Universidades de Friburgo y Dundee (Reino Unido).

Los paleontólogos han diagnosticado que la muchacha de la ciénaga tenía un tumor benigno en la base del cráneo, lo que terminó ocasionando una curvatura en la columna vertebral y una inflamación crónica en los huesos de las piernas. Pero la cuestión de cómo y por qué Moora murió permanece abierta.

Uno de los principales interrogantes es por qué estaba desnuda, ya que es evidente que no hay restos de ropajes ni joyería. Otra pregunta es por qué su cuerpo no fue cremado, según las costumbres funerarias de la época.

El equipo de antropólogos considera que su trabajo podría consistir en cruzar el páramo pantanoso haciendo equilibrios sobre un estrecho puente o pasarela de troncos flotantes en el fango y llevando algún tipo de carga.

El área que cruzaba debió ser importante para su grupo, no solamente como fuente de alimentos o agua, sino también por su significado religioso. La zona en la que aparecieron los restos ha sido intensamente estudiada, pero no han aparecido más, según el jefe de la Oficina de Monumentos, Stefan Winghart y la investigación ha llegado a un callejón sin salida, pero la mirada de Moora sigue motivando a los investigadores, que saben que el puzle de su muerte están aún por completar, informó El Mundo.

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