miércoles, 26 de octubre de 2011

Hampa no perdona canas

Este martes murió en la Clínica Metropolitana de Caracas Gabriel Reis Dos Santos de 63 años, un comerciante de origen portugués quien fue abaleado el domingo en la noche.

La victima se encontraba dentro de su carro  en la calle Ginebra, de la California Sur, del municipio Sucre,  cuando unos antisociales le dispararon en el cuello para robarle su vehículo, un Toyota Camry dorado.

El comerciante lusitano, residía en El Paraíso, pero fue a La California con la intención de visitar a su hijo y nietos. Elida de Abreu Reys, nuera del fallecido, declaró que durante el trayecto el Sr Dos santos se había comunicado con la familia para avisarles que ya estaba en camino e indicarles los puntos por dónde pasaba.

La familia estaba a la espera cuando escucharon varios disparos por la zona entonces llamaron al comerciante al celular, pero éste no respondió. Alarmados, una de las hermanas de Elida salió a la calle y a pocos pasos se percató que había un vehículo con señas de balas.

Desafortunadamente se trataba del vehículo de la victima. Al revisarlo encontraron a Gabriel Reis Dos Santos en el asiento del conductor gravemente herido. El vidrio del chofer presentaba dos impactos de bala al igual que la parte delantera y trasera del carro.

Enseguida recibió primeros auxilios de un vecino paramédico mientras lo trasladaban a la Clínica Metropolitana de Caracas, donde lo reanimaron, porque sufrió tres paros respiratorios. A la 1:00 de la madrugada de este martes, falleció debido a que el tiro que recibió le alcanzó la carótida.

El lunes efectivos de Cicpc se trasladaron a la escena del crimen donde quedó el carro abandonado desde el día del hecho. Testigos aseguran que varios agentes de PoliSucre se habían llevado las conchas de balas que quedaron en el lugar.

Las autoridades del Cicpc suponen que pudo tratarse de un intento de robo de vehículo. Sin embargo, no descartan la idea de sicariato por cómo ocurrieron los hechos aunque la familia cree que pudo tratarse de un  conato de secuestro.

Un miembro de la familia declaró que el comerciante llevaba una pistola debajo de su pierna derecha, como lo hacía de costumbre por su seguridad personal, pero no tuvo tiempo de accionarla.
TalCualDigital

No hay comentarios:

Publicar un comentario