jueves, 27 de septiembre de 2012

Batacazo histórico

Tucupita fue la sede de un evento majestuoso que sorprendió a más de uno incluyendo al candidato Capriles quien no creía lo que tenía frente a sus ojos, al ver todo Delta Amacuro reunido para recibirlo, luego de que en las elecciones parlamentarias de 2010 el chavismo humillará a la oposición 75% a 25 %

MARISELA CASTILLO APITZ/ VÍCTOR AMAYA

Henrique Capriles llegó a Delta Amacuro. Sí, ese mismo lugar donde el chavismo humilló a la oposición 75% a 25% en las elecciones parlamentarias de 2010. Esta vez fue para despedirse de este estado a donde fue tan solo dos veces en toda su campaña electoral. Tucupita fue la tercera ciudad donde realizó su cierre de campaña a tan solo días de las elecciones presidenciales.

Su llegada estaba prevista a las 11 de la mañana, pero el candidato se hizo esperar. Era la una de la tarde y su ausencia preocupaba a los asistentes. La inclemencia del sol que castigaba con 38 grados de temperatura hizo la espera interminable tanto a sus simpatizantes como a la prensa que aguardaban por él.

Sol parejo fue lo que se aguantó mientras Capriles aterrizaba en el aeropuerto de Tucupita, ubicado en San Rafael. Un aeropuerto que colapsó con aquella actividad. Cómo no iba colapsar si se trata de una infraestructura modesta, para no decir precaria. Lo baños no tenían agua y el hedor se encargó de ahuyentar a los asistentes para que no utilizaran los servicios básicos que un aeropuerto debe garantizar. Aún así muchos se quedaron rodilla en tierra esperando a Capriles.

Un poco más tarde de la 1 pm, la multitud divisó en el cielo la avioneta que transportaba al aspirante a Miraflores. Los asistentes no esperaron para invadir la pista de aterrizaje y recibir a Capriles. Lo querían tocar, besar, abrazar... Sin contar con que muchos le querían entregar sus cartas con solicitudes, que como siempre, recibe en sus recorridos.

Muchos de ellos pidiendo un medicamento, una vivienda o simplemente una "ayudaíta". Lo que Capriles tenía ante sus ojos probablemente ni él se lo creía. Y es que no hubo alma en ese pueblo que se preguntara cómo es que tanta gente salió a recibirlo. Delta Amacuro es una entidad donde las fuentes de trabajo dependen de una gobernación y cuatro alcaldías que están en manos del PSUV.

Pero, esta vez, hasta las sillas de las instituciones públicas se quedaron vacías. Bien sea por curiosidad o por simpatía los empleados públicos del Instituto Nacional de Estadística y de las diversas oficinas de Psvsa salieron de sus oficinas para ver pasar a Capriles Radonski.

No fue por casualidad que los carteles decían "El miedo te esclaviza, hazte libre. El voto es secreto". El mensaje era para ellos: los empleados públicos, que tanto abundan en Delta Amacuro. Sin embargo, para Freddy Lares, habitante de Tucupita, "quien haya ido a recibir a Capriles es porque ya no tiene nada que perder". Este señor se preguntó qué más puede perder si el gobierno nacional no le ha pagado las prestaciones equivalentes a 30 años de servicio.

INTIMIDACIÓN ROJA ROJITA

Razones para temer había y de sobra. Una prueba fue el rumor que se coló en plena concentración. Se decía que el diputado del PSUV por Delta Amacuro, Alfredo Rojas, habría pedido un registro fotográfico de los asistentes de esa actividad.

"¿Para qué la querrá? Para meter miedo y castigar a los que fueron", se escuchaba en la actividad. Sin embargo, esto no impidió que desde el Caño Manamo, un brazo del río Orinoco, se comenzara a ver cómo decenas de peñeros y lanchas salieron con banderas alegóricas a la Unidad para acompañar el trayecto que el candidato hacía por tierra. Una imagen que muchos calificaron de conmovedora.

Los que presenciaban ese momento observaban a decenas de indígenas de la etnia Warao salir con sus embarcaciones a apoyar a Capriles. Al menos así se veía el río Orinoco desde la carretera principal de San Rafael de Tucupita.

En el trayecto se observaba a un candidato presidencial inspirado frente a una multitud eufórica. Era Delta Amacuro, no era ni el Zulia ni Miranda, ni tampoco el Táchira. "¿Cómo es que hay tanta gente?", se preguntaban los periodistas de los canales regionales.

Parado en la parte de atrás de la pick up que lo transportaba, Capriles aplaudía, se reía, lanzaba gorras tricolores y balones de fútbol a los niños que salieron de sus casas para verlo pasar, "al menos por una vez", decían. Más de uno se quedó sin palabras cuando un hombre que usaba una gorra del PSUV se la lanzó a cambio de "la prohibida".

En el recorrido se vio gente que por el "despelote" perdió un zapato, gente que caminaba descalza y una mujer que lucía sus pechos mientras amamantaba a su recién nacido. De las casas de latón también salieron para ver pasar al candidato. Así estuvo el cierre de campaña de Capriles Radonski en Delta Amacuro. Un acto que dejó a más de uno sorprendido. Incluso a los rojos rojitos.

CIERRES EN YARACUY Y ARAGUA
Henrique Capriles encabezó ayer sus cierres de campaña en Yaracuy y Aragua. En San Felipe colmó las calles luego de una caravana que encabezó. Allí llamó a votar sin miedo. "Cuando vean el tarjetón, voten por ustedes. Yo voy a votar por ustedes, por el progreso de San Felipe, de Yaracuy y de Venezuela". Dijo que el 8 de octubre comenzará el desmontaje del miedo y del chantaje.

Prometió no fallarle al pueblo. Más tarde, el abanderado hizo lo propio en Maracay, donde llenó de gente unas 20 cuadras de la avenida Bolívar de la capital aragüeña mientras Capriles saludaba desde la camioneta que lo condujo a la tarima. Allí llamó a votar por el futuro. Hoy serán los actos de cierre de campaña en los estados Sucre y Carabobo. En Valencia espera colmar el estadio de los Navegantes del Magallanes.

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