Caracas, 02 Jul. AVN.- El lote de leche que Venezuela importó desde China en el año 2007, no recibió el registro ni certificación para consumo humano que emana la Contraloría Sanitaria, adscrita al Ministerio del Poder Popular para la Salud, por haberse detectado un porcentaje del componente químico melamina. Por lo tanto, no fue ni será distribuída para el consumo humano.
Así lo aseguró Divis Antúnez, director general de la Contraloría Sanitaria, quien refirió que desde el mismo momento que Venezuela conoció sobre la intoxicación de unas 53 mil personas y muerte de al menos seis niños en China por el consumo de la referida leche, se siguieron los procedimientos sanitarios correspondientes y en febrero de 2008 se ordenó negar su distribución.
Antúnez destacó que los análisis e inspecciones correspondientes a cada producto de consumo humano, sea alimento o medicamento, que importa al país deben pasar por el procedimiento sanitario correspondiente, tal como fue el caso de la leche procedente de China.
Por lo tanto, existe plena garantía que la leche, la cual iba a ser distribuida a través de Pdval, no salió ni ha salido de los contenedores correspondientes y debe llevar un proceso de incineración.
“Desde el servicio autónomo de Contraloría Sanitaria garantizamos que cumplimos con la investigación correspondiente y determinamos, en el momento adecuado, que esa leche no podía ser distribuída ni comercializada porque tenía melamina. Efectivamente esa leche no fue ni distribuida ni comercializada”, enfatizó Antúnez.
Refirió que la Contraloría Sanitaria tomó muestras de diferentes lotes de la leche importada, las cuales fueron evaluadas no sólo por el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel, sino por el laboratorio Bioquality S.A, ubicado en China.
Dichos resultados, explicó Antúnez, indicaron aproximadamente 6,60 miligramos de melamina por kilo de muestra.
“A partir de ese momento tomamos la decisión, como órgano competente en aprobar o no todo producto que sea importado para consumo humano. Esa notificación, esa orden sanitaria se envió tanto a Pdval, como a Bariven y al Ministerio del Poder Popular para la Alimentación”, puntualizó el funcionario.
Antecendentes
En septiembre de 2007 China reconoció que 53 mil niños se intoxicaron por consumir leche contaminada; seis de los menores de edad murieron. Las alarmas del mundo se prendieron: dos de los responsables fueron condenados a la horca.
Para esa fecha, cuando Venezuela transitaba un período de saboteos (acaparamiento de productos de la cesta básica) por parte de la burguesía venezolana que dominaba la mayor parte de las industrias procesadoras de alimentos, se importó un lote de leche desde China que sería distribuida por las redes alternativas y socialistas de distribución de alimentos como Pdval, que de forma estratégica el Gobierno constituyó en la época, pero al confirmarse la contaminación del producto con melamina se negó su distribución.
En ese entonces, la Cámara de la Industria Láctea llamó a la calma pues agregó que después de conversar con el entonces viceministro de Agricultura y Tierras, Richard Canán, les informaron que el no se había concretado ninguna distribución de lácteos chinos.
Así lo aseguró Divis Antúnez, director general de la Contraloría Sanitaria, quien refirió que desde el mismo momento que Venezuela conoció sobre la intoxicación de unas 53 mil personas y muerte de al menos seis niños en China por el consumo de la referida leche, se siguieron los procedimientos sanitarios correspondientes y en febrero de 2008 se ordenó negar su distribución.
Antúnez destacó que los análisis e inspecciones correspondientes a cada producto de consumo humano, sea alimento o medicamento, que importa al país deben pasar por el procedimiento sanitario correspondiente, tal como fue el caso de la leche procedente de China.
Por lo tanto, existe plena garantía que la leche, la cual iba a ser distribuida a través de Pdval, no salió ni ha salido de los contenedores correspondientes y debe llevar un proceso de incineración.
“Desde el servicio autónomo de Contraloría Sanitaria garantizamos que cumplimos con la investigación correspondiente y determinamos, en el momento adecuado, que esa leche no podía ser distribuída ni comercializada porque tenía melamina. Efectivamente esa leche no fue ni distribuida ni comercializada”, enfatizó Antúnez.
Refirió que la Contraloría Sanitaria tomó muestras de diferentes lotes de la leche importada, las cuales fueron evaluadas no sólo por el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel, sino por el laboratorio Bioquality S.A, ubicado en China.
Dichos resultados, explicó Antúnez, indicaron aproximadamente 6,60 miligramos de melamina por kilo de muestra.
“A partir de ese momento tomamos la decisión, como órgano competente en aprobar o no todo producto que sea importado para consumo humano. Esa notificación, esa orden sanitaria se envió tanto a Pdval, como a Bariven y al Ministerio del Poder Popular para la Alimentación”, puntualizó el funcionario.
Antecendentes
En septiembre de 2007 China reconoció que 53 mil niños se intoxicaron por consumir leche contaminada; seis de los menores de edad murieron. Las alarmas del mundo se prendieron: dos de los responsables fueron condenados a la horca.
Para esa fecha, cuando Venezuela transitaba un período de saboteos (acaparamiento de productos de la cesta básica) por parte de la burguesía venezolana que dominaba la mayor parte de las industrias procesadoras de alimentos, se importó un lote de leche desde China que sería distribuida por las redes alternativas y socialistas de distribución de alimentos como Pdval, que de forma estratégica el Gobierno constituyó en la época, pero al confirmarse la contaminación del producto con melamina se negó su distribución.
En ese entonces, la Cámara de la Industria Láctea llamó a la calma pues agregó que después de conversar con el entonces viceministro de Agricultura y Tierras, Richard Canán, les informaron que el no se había concretado ninguna distribución de lácteos chinos.
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