miércoles, 11 de agosto de 2010

Soccorristas describen horrible escena de accidente aéreo

DILLINGHAM, Alaska, EE.UU. (AP) - El ex senador Ted Stevens yacía muerto entre el retorcido fuselaje del avión. Un niño de 13 años escapó con vida, pero vio a su padre morir a unos pocos metros de distancia. Trabajadores médicos pasaron la noche atendiendo a los sobrevivientes, en medio de una enorme mancha de combustible que cubría la lodosa cuesta.

Los horripilantes detalles del accidente aéreo que mató a Stevens y a otras cuatro personas emergieron mientras los investigadores tratan de determinar cómo el hidroavión se estrelló contra una montaña durante un viaje pesquero. Tres adolescentes y sus padres estaban en el avión, entre ellos un ex director de la NASA.

Las autoridades analizaban patrones climáticos para ver si cielos nublados, lluvia y fuerte vientos tuvieron un papel en el accidente, que cobró la vida del político más popular en la historia de Alaska.

El republicano fue recordado como una figura dominante que trajo miles de millones de dólares al estado durante sus 40 años en el Senado _ una carrera que concluyó en medio de un juicio por corrupción en el 2008. Stevens fue absuelto de todos los cargos.

Un piloto que fue uno de los primeros en llegar a la escena describió una horrible escena de restos retorcidos, combustible derramado, lluvia, cadáveres y sobrevivientes aterrados.

Luego de transportar a un médico y dos paramédicos al lugar unas tres horas después del accidente, Tom Tucker describió haber visto a un sobreviviente aún atrapado en el asiento delantero, con la nariz del avión completamente desintegrada. La cabeza tenía una herida y las piernas parecían estar fracturadas.

"La parte delantera de avión no existía", dijo Tucker. "Él simplemente estaba sentado en el asiento".

Tucker y otros socorristas improvisaron una tienda de lona sobre la cabina destruida para proteger al hombre de la lluvia y el frío. Tucker piensa que las gruesas ropas de los pasajeros les protegieron cuando entraron en shock. Las temperaturas reinantes oscilaban entre 8 y 10 grados Celsius por la noche en Dillingham.

"Estos individuos estaban pasando frío. Les cubrimos con mantas y tratamos de darles la mayor comodidad posible".

No hay comentarios:

Publicar un comentario