viernes, 3 de junio de 2011

Misión Vivienda lo resucita

El Presidente ha recuperado 6 puntos luego de poner en marcha una nueva ilusión colectiva De aquí a 2012 va a llover encuestas; es necesario separar la paja del grano, literalmente hablando

Por: Sebastián de la Nuez/TalCualDigital
Después del bajón con el cual comenzó este año y a pesar de estar teledirigiendo al país vía Twitter, el Presidente se recupera y no precisamente de la rodilla.

Por suerte, no hay triunfalismo en la MUD sino esperanza. Eso está bastante bonito por parte de los amigos que allí hacen vida política. Al parecer es el gobernador Henrique Capriles Radonski quien acumula mayores posibilidades, hasta ahora, de cara a las elecciones del próximo año. Eso merece un artículo aparte.

Pero a quien favorecen de verdad las encuestas es a Hugo Chávez Frías en este momento, tras la recuperación de seis puntos porcentuales en sus niveles de aceptación luego de que se sacara de la chistera la Misión Vivienda.

Es una realidad a la cual deben poner atención todos, dentro y fuera de la MUD: tras doce años de Gobierno y aunque usted no lo crea, Chávez goza de una intención de voto favorable que oscila entre 48 y 52 por ciento.

Las encuestas no se equivocan nunca; sí puede hacerlo el método usado por la encuestadora. La estadística es una ciencia como las matemáticas: exacta. En este caso no hay posibilidad de errores pues varias empresas con métodos comprobados arrojan lo mismo.

Quienes han votado por Chávez se dividen básicamente en tres segmentos: fundamentalistas (son los patria o muerte y en este grupo se incluyen los resentidos psicosociales: constituyen 20% de su caudal electoral), beneficiarios (entre otros, quienes sienten que su trabajo depende del Gobierno, personas sujetas a alguna dádiva oficial y contratistas: 50% del caudal) y los esperanzados, que habían comenzado a migrar en masa hacia los predios de la indiferencia, no necesariamente de la oposición.

Esos esperanzados representan 30% de su caudal electoral y, al parecer, han retornado al redil. ¿Es triste? Nunca es triste la verdad, dice Joan Manuel Serrat; lo que no tiene es remedio.

ALERTA ROJA
En la MUD confían en que la Misión Vivienda se convertirá en un bumerán
contra el propio Gobierno. Eso está por verse.

En todo caso, las encuestas indican que entre 40 y 45 de la gente se anima a declararse abiertamente chavista, mientras que abiertamente no chavista se declara entre 25 y 30 por ciento. El resto se mantiene independiente.

Opinión pública, medios e intención de voto son temas en permanente entrecruzamiento. Estarán en el tapete de aquí al 2012, por eso hay que alertar.

Lo primero: una encuesta no es un método para predecir resultados. Su función es estimar una realidad en un tiempo y espacio determinados. Es, pues, como una fotografía.

Supongo que esto sirve de consuelo ante la perspectiva de que, si hoy fueran las elecciones, el mejor amigo del Mono Jojoy y de Juan Manuel Santos al mismo tiempo volvería a ganar como lo hizo en 2006.

Lo segundo: si en este momento me fueran a presentar un flamante sondeo de opinión, preguntaría de entrada: oiga, usted, el verboso de la mano en el mentón, ¿me puede mostrar su título de estadístico?

La gente debe reconocer la preeminencia de un profesional cuando se leen los datos de una encuesta. No olvidar nunca la máxima de Churchill: "Sólo me fío de las estadísticas que he manipulado".

Hay otros temas en cola: ¿con quién se está "cuadrando" cada canal de televisión? Es obvio que Venevisión lo hará con Leopoldo López. Pero falta tela por cortar.

Otra pregunta: ¿entre Capriles y López quién tiene más cualidades emocionales y racionales? Otra: ¿es María Corina Machado tan mala candidata como algunos creen? Otra: ¿sabía usted que el error de muestreo NO existe?

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